Las consecuencias derivadas de viejos sistemas de distribución del agua para consumo humano en antiguas ciudades estadounidenses salen ahora a flote, justo cuando el Senado se debate un plan de US$ 1,2 billones para mejorar la infraestructura y avanzar hacia las llamadas energías limpias. Pero el tema del agua parece haberse dejado a un lado.
El Político
La agencia noticiosa francesa AFP trae a colación que durante el me de julio la autoridad del agua en la localidad de Clarksburg, Virginia Occidental, anunció que sus estudios revelaron detectar altos niveles de plomo en niños de tres hogares. Fue como así como se instruyó el reemplazo inmediato de las tuberías y se puso en marcha un programa para evaluar las condiciones de todo el sistema local.
Para James Griffin, presidente del Festival del Patrimonio Negro de Virginia Occidental, “no existe conciencia acerca de la magnitud del problema”. Así lo declaró después de participar en una reunión vecinal con un funcionario del departamento del Agua.
Los ecologistas han acogido con satisfacción el plan. Sin embargo estiman que los fondos destinados a proyectos hídricos son insuficientes en virtud de la magnitud del problema. Y aspiran que los recursos para atender las canalizaciones deben incluirse en el enorme paquete de gastos sociales y medioambientales de infraestructura de la administración demócrata de Joe Biden. Se calcula que este mismo año podrían aprobarse US$ 3,5 billones, muy a pesar de la oposición de la representación legislativa republicana.
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— YSUradiocadena (@ysuradiocadena) August 9, 2021
Plan de Infraestructura es solo el principio
Según Tracy Brown, directora regional de protección del agua de Save the Sound, el plan de infraestructura "es un comienzo". La organización que representa enfoca su atención en el estuario de Long Island y otras vías fluviales de Nueva York y Connecticut. De esta manera urge a las autoridades locales a solucionar los problemas de aguas residuales que obligan el cierre recurrente de las playas locales siempre que llueve.
L organización en cuestión contabilizó 164 desbordamientos de aguas residuales solo en el condado de Westchester, cerca de Nueva York, entre 2010 y 2019. Y deplora el desinterés federal sobre la materia en comparación con la década de 1970, cuando se construyó la mayor parte del sistema acífero.
Los peores incidentes se registraron en la localidad de Mount Vernon. De población predominantemente negra, se ubica a unos 32 kilómetros de la ciudad de Nueva York. Allí sus residentes a veces tienen que recoger sus propias heces y vaciarlas en una alcantarilla. Una mujer narró en un programa de televisión local que sus nietos llaman a su hogar "la casa de la caca".
La ciudad, que fue demandada por la agencia federal de protección del medio ambiente por los problemas de alcantarillado, calcula que el costo de las reparaciones podría superar los US$ 100 millones.
Fuente: AFP