La administración de Donald Trump denunció este martes que las declaraciones del embajador son parte de una campaña de "difamación" de los opositores demócratas, informó DW.
El Político
"El presidente Trump no ha hecho nada malo, esto es una campaña coordinada de difamación de legisladores de extrema izquierda y burócratas radicales que no fueron electos en guerra contra la Constitución", aseguró en un comunicado la encargada de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
William Taylor, embajador de EEUU en Ucrania, sostuvo este martes que Washington le informó este año que la entrega de ayuda a Ucrania dependía de que Kiev accediera a investigar a los demócratas, en un testimonio "incriminatorio" que podría acelerar la apertura de un juicio político a Donald Trump.
El declarante testificó a puerta cerrada ante los comités de la Cámara Baja que dirigen la investigación previa a un juicio político al presidente estadounidense, y confirmó algo que la Casa Blanca ha negado una y otra vez: que condicionó la entrega de ayuda militar a Ucrania a la búsqueda de información dañina para los demócratas.
"Es el testimonio más incriminatorio que he escuchado", afirmó la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz al diario The Washington Post.
Se uso un canal "informal"
Taylor habría explicado a los congresistas que, cuando llegó a la embajada en Kiev el pasado mes de junio, se dio cuenta de que había un canal paralelo e "informal" para manejar la relación y habló con el embajador de EEUU ante la Unión Europea (UE), Gordon Sondland.
"En esa llamada telefónica, el embajador Sondland me dijo que el presidente Trump le había dicho que quería que el presidente (ucraniano, Volodimir) Zelenski dijera públicamente que Ucrania investigaría a Burisma y la supuesta interferencia ucraniana en las elecciones de 2016", reveló Taylor, de acuerdo con The Washington Post. Burisma es una compañía de gas ucraniana en cuya junta directiva se encontraba en 2016 Hunter Biden, el hijo del exvicepresidente estadounidense y actual aspirante presidencial demócrata Joe Biden.
En torno a esto, el mandatario estadounidense ha argumentado, sin pruebas, que al presionar en 2015 para que el Gobierno ucraniano despidiera a un fiscal general que había investigado en el pasado a Burisma, el entonces vicepresidente actuó de forma corrupta para proteger los intereses de su hijo, y ha pedido públicamente a Zelenski que indague en el tema.
Fuente: DW