Dice BBC: “Biden anunció este martes que quiere cumplir otros 4 años más de servicio en la Casa Blanca. Los estadounidenses, según una última encuesta de NBC News, no lo tienen tan claro. Nunca ha habido un presidente de los Estados Unidos que sobrepase
Fernando Nuñez-Noda + IA/El Político
“La encuesta muestra que el 70 % de los estadounidenses y el 51 % de quienes votan al Partido Demócrata piensan que no debería buscar la reelección. E identifica una de las principales preocupaciones que tiene aproximadamente la mitad de la gente que quiere que se haga a un lado en 2024: su edad.
“Con 80 años, Biden ya es el presidente de mayor edad de la historia del país. Si ganara la reelección, asumiría el cargo a los 82 años y terminaría su segundo mandato a los 86.”
Antecedentes históricos
Ronald Reagan fue el segundo presidente más viejo en ocupar la presidencia de los Estados Unidos, comenzando su segundo mandato a la edad de 73 años en 1985 y dejando el cargo a los 77 años en 1989.
William Henry Harrison: Harrison fue el tercer presidente más viejo en asumir la presidencia, comenzando su mandato a la edad de 68 años en 1841.
Desafortunadamente, Harrison murió solo 31 días después de asumir el cargo debido a una neumonía, convirtiéndose en el presidente con el mandato más corto en la historia de los Estados Unidos.
¿Qué problemas podrían presentarse?
Aunque la edad no debería ser el único factor para determinar la capacidad de un presidente para servir efectivamente, existen algunos posibles desafíos y preocupaciones que podrían surgir cuando un presidente tiene más de 80 años:
Problemas de salud: A medida que las personas envejecen, pueden volverse más propensas a padecer problemas de salud, lo que podría afectar su capacidad para ejercer las funciones del presidente. Un presidente que tenga una enfermedad grave podría verse obligado a tomarse un tiempo libre del trabajo o incluso a renunciar, lo que dejaría al país sin líder o con un vice presidente al frente que no tenga las mismas habilidades.
Declive cognitivo: Con el envejecimiento, es posible que algunas personas experimenten un declive en la función cognitiva, como la pérdida de memoria o la disminución de las habilidades para resolver problemas. Si bien no todas las personas mayores experimentan un declive cognitivo, esto podría afectar la capacidad del presidente para tomar decisiones importantes y liderar efectivamente el país.
Resistencia: La presidencia es un trabajo que requiere gran cantidad de resistencia física y mental. Un presidente mayor podría tener dificultades para mantenerse al día con las demandas del trabajo, incluyendo las largas horas, los intensos horarios de viaje y la toma de decisiones de alto riesgo.
Percepción de debilidad: Algunas personas podrían pensar que un presidente mayor no es tan capaz física o mentalmente como uno más joven, lo que podría percibirse como una señal de debilidad por otros países o adversarios políticos.
Perspectiva limitada: Un presidente mayor podría tener una perspectiva limitada sobre cuestiones que afectan a las generaciones más jóvenes, como la tecnología o las redes sociales, lo que podría dificultar la conexión con los votantes más jóvenes y abordar sus preocupaciones.
Ciertamente, no todas las personas mayores experimentan estos problemas, y también hay muchos factores que pueden influir en la capacidad de un presidente para liderar efectivamente, independientemente de su edad. En última instancia, la decisión de elegir a un presidente mayor debe basarse en su experiencia, calificaciones y capacidad para desempeñar las funciones del cargo.
Conclusiones
Biden enfrentará obstáculos en la opinión pública y en la oposición política. Algunos de estos obstáculos podrían incluir:
Dudas sobre su capacidad: Muchos dudarán de la capacidad del presidente para desempeñar sus funciones de manera efectiva. Esto podría afectar la confianza del público en mandatario y crear una angustia colectiva.
Dificultades para conectarse con los jóvenes: Un presidente mayor podría tener dificultades para conectarse con los votantes más jóvenes y abordar sus preocupaciones. Esto podría alejarlo del apoyo juvenil y hacer que sea más difícil para él o ella implementar políticas que satisfagan sus necesidades.
Mayor escrutinio de su salud: La edad avanzada podría hacer que la salud del presidente sea objeto de mayor escrutinio por parte de la opinión pública y la oposición política. Esto podría afectar la capacidad del presidente para desempeñar sus funciones si se percibe que su salud es un obstáculo para su liderazgo.
Críticas por su falta de perspectiva: Algunos podrían argumentar que un presidente mayor no tiene la perspectiva necesaria para abordar los problemas que enfrenta el país, especialmente aquellos que afectan a las generaciones más jóvenes. Esto podría llevar a críticas por parte de la oposición política y la opinión pública y hacer que sea más difícil para el presidente implementar políticas que satisfagan las necesidades de todos los ciudadanos.
El reto de Biden es fuerte, porque al stress del cargo se suma la lucha contra las limitaciones de la edad. Sin embargo, esto no significa necesariamente que un presidente mayor no pueda liderar de manera efectiva. Si mantiene la sanidad de cuerpo y mente, podría lograr el objetivo en los cuatro años de un eventual segundo mandato.