¿Estará llegando a su final la época de Rusia como superpotencia energética? ¿Estará en peligro el suministro de gas y petróleo ruso a Europa, Asia y otras naciones? ¿Podrá China adquirir todo el gas y petróleo que dejará de comprar la UE a la Federación Rusa?
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
Bajo la dirección del dictador Vladimir Putin, Rusia ha suministrado grandes cantidades de gas natural y petróleo a Europa, Asia y otros rincones del mundo.
Pero la ofensiva de Occidente contra la energía rusa en respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Putin podría señalar una nueva era en los mercados energéticos mundiales, en la que Rusia perderá influencia mientras otras potencias en ciernes se esfuerzan por llenar el vacío.
Biden: Cero petróleo ruso
El presidente Biden anunció el martes que Estados Unidos prohibirá las importaciones de petróleo ruso. El gobierno británico también dijo que haría lo mismo.
Al apuntar a una de las industrias más lucrativas de Rusia, los líderes occidentales esperaban aumentar la presión sobre Putin para que ponga fin a la guerra en Ucrania, la mayor invasión terrestre desde la Segunda Guerra Mundial.
El mismo día del anuncio de Biden, los precios de la gasolina em los Estados Unidos alcanzaron su nivel más alto. Según la AAA, el precio medio nacional del galón de gasolina alcanzó los 4,17 dólares, un nuevo récord.
Si otros países se unen a Estados Unidos y al Reino Unido para cortar el flujo de petróleo ruso, es de esperar que los precios de la gasolina suban más.
"Cuando los precios suben en cualquier parte, suben en todas partes", dice Michael Klare, profesor jubilado de estudios sobre la paz y el mundo en el Hampshire College y experto en energía.
Pero Putin amenaza
Lo que no se sabe hasta ahora es cómo responderá a las nuevas sanciones el presidente ruso, quien advirtió a Occidente que podría cortar el suministro de gas a varios países, golpeando al corazón europeo.
La tensión escala a medida que Rusia intensifica su ofensiva bélica.
El bloqueo de EEUU al petróleo y el gas ruso está acompañado por medidas semejantes adoptadas por sus aliados.
Por su parte, la Unión Europea (UE) dijo que planea cortar en dos tercios las importaciones de gas ruso para el final de este año y cortar su dependencia de este de forma definitiva para 2030.
Estas decisiones se suman a una serie de sanciones económicas y financieras impuestas por Occidente en las últimas semanas.
Entre ellas está la prohibición de hacer o recibir transferencias internacionales a través del sistema de pagos globales Swift, la limitación de acceso de los bancos rusos a créditos internacionales y la paralización de los activos del Banco Central de Rusia y de algunos bancos públicos y privados.
Más sanciones
Lo que no había ocurrido era el siguiente paso: la aplicación de sanciones a las exportaciones energéticas rusas.
Adelantándose a lo que podría ocurrir, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, dijo que si se anunciaba un rechazo al petróleo ruso, el bloqueo tendría "consecuencias catastróficas para el mercado mundial" y que Moscú podría cerrar su principal gasoducto a Alemania.
Europa, pero especialmente Alemania, depende del gas ruso, por lo que es vulnerable a cualquier restricción en el suministro.
De hecho, el gas ruso representa cerca del 40% de las importaciones de gas natural de la Unión Europea. Eso hace que el bloque sea muy vulnerable.
¿Cuánto petróleo exporta Rusia?
Los precios del gas y el petróleo ya han aumentado considerablemente y aumentarían aún más si Rusia detuviera las exportaciones.
Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, detrás de Estados Unidos y Arabia Saudita.
De unos cinco millones de barriles de petróleo crudo que exporta cada día, más de la mitad va a Europa.
Estados Unidos es menos dependiente, con alrededor del 3% de su petróleo importado procedente de Rusia en 2020. Es un nivel de dependencia considerado por expertos como bajo o muy bajo.
¿Qué pasaría si el gas ruso dejara de fluir hacia Europa Occidental?
Los precios de la calefacción, que ya son altos, aumentarían aún más. Si el suministro de gas ruso fuese interrumpido, Italia y Alemania serían especialmente vulnerables.
En cambio, Rusia solo proporciona alrededor del 5% del suministro de gas de Reino Unido, y EE.UU. no importa gas ruso.
Sin embargo, los precios en Reino Unido y EE.UU. siguen subiendo significativamente debido al efecto global que genera la escasez de suministro.
¿Hay alternativas?
No, ya que es muy difícil sustituir el gas que llega a Europa desde Rusia a través de los grandes gasoductos.
El centro de estudios Bruegel, consultado por BBC, predice que si Rusia detuviera el suministro de gas a Europa, entonces Europa posiblemente podría importar más gas natural licuado (GNL) de EE.UU.
Estados Unidos le ha estado pidiendo a Arabia Saudita que aumente su producción de petróleo, pero ese país ha rechazado solicitudes anteriores de EE.UU. para aumentar la producción a fin de reducir los precios del petróleo.
Arabia Saudita es el mayor productor de la OPEP, el grupo de países petroleros que representa alrededor del 60% del crudo comercializado internacionalmente. Debido a esto, la OPEP tiene un papel clave para influir en los precios del petróleo.
Rusia no pertenece oficialmente a la OPEP, pero ha estado trabajando con ella desde 2017 para poner límites a la producción de petróleo, a fin de mantener las ganancias de los productores.ç
¿Qué ocurre en América Latina?
Aunque América Latina tiene una muy baja relación comercial directa con Rusia, el incremento del precio del petróleo a nivel global amenaza con afectar el crecimiento económico y escalar la inflación en la región.
Un mayor precio en el petróleo va a tener implicancias tanto del lado de la oferta como de la demanda. Existen envíos muy limitados de crudo ruso a la región latinoamericana, pero evidentemente cualquier disrupción en la oferta global tiene impacto en el resto de los crudos.
Que el precio del petróleo suba, como lo venido haciendo desde que comenzó la guerra, no es necesariamente una buena noticia para América Latina.
Brasil y México son los principales productores en el continente, mientras Venezuela, Ecuador, Colombia y Argentina también producen, aunque en menor medida.
Consumidores del mundo pagarán más
Buscando otras opciones, Europa podría recurrir a los exportadores de gas existentes, como Qatar, Argelia o Nigeria, pero existen obstáculos prácticos para expandir rápidamente la producción.
Como resultado de esta guerra los consumidores enfrentarán aumentos en las facturas de energía y combustible.