Desde que llegó al poder el chavismo Venezuela se dividió en dos partes: Quienes apoyaban al comandante que fracasó en un golpe de Estado y quienes lo veían como un peligro para la democracia. El otrora país petrolero también se convirtió en un país de inmigrantes debido a las terribles políticas sociales y económicas aplicadas por la dictadura chavista. Ahora, en otro país las divisiones entre los venezolanos continúan…
El Político
La política estadounidense ha adquirido un sentimiento de déjà-vu para los venezolanos-estadounidenses. Muchos de los cuales dicen que la campaña electoral de 2020 recuerda lo que experimentaron durante dos décadas millones de venezolanos.
Desde que el expresidente Hugo Chávez asumió el poder en 1998, los venezolanos se han dividido entre quienes lo apoyaron, los chavistas, y quienes se opusieron a él, los antichavistas. Familias enteras se dividieron. Amigos no se hablaron nunca más por la violencia política, destacó CNN.
Ahora con las elecciones estadounidenses. Existen divisiones parecidas entre los estadounidenses que están a favor del presidente Donald Trump y en su contra, comentan algunos venezolano-estadounidenses.
«Es surrealista», aseguró a CNN Mery Montenegro. Quien dejó Venezuela en 2015. Ahora trabaja en el ámbito publicidad en Washington. «Es como revivir todo por lo que te fuiste, todo lo que viviste en casa».
Joaquín Pérez y su hijo Alberto, ambos ciudadanos estadounidenses naturalizados, están divididos sobre las elecciones de 2020. Joaquín votará por Biden, mientras que Alberto votará por Trump. En Venezuela, ambos se opusieron a Chávez. Pero aunque están de acuerdo en que Trump tiene muchos rasgos en común con el difunto líder socialista y populista venezolano, han llegado a conclusiones opuestas sobre lo que eso significa.
Aunque se encuentran en lados opuestos del ámbito político, Trump, como Chávez, es un líder carismático. Además asegura que defiende los intereses de la gente contra las élites corruptas.
Los dos prometieron cambios y reformas a una escena política rancia.
«Trump es lo mismo que Chávez», aseveró Joaquín.
Alberto está de acuerdo en que hay similitudes, pero dice que eso no es lo importante. «La semejanza de Trump con Chávez es evidente. Pero debes entender que lo que destruyó a Venezuela no fue el carisma de Chávez sino su política criminal y socialista», dijo a CNN.
¿Qué va a decir hoy?
En los últimos siete años, Venezuela ha sufrido uno de los colapso económicos más fuerte fuera de una zona de guerra en la historia reciente del mundo.
Nicolás Maduro culpa a las sanciones estadounidenses. Pero la realidad es que la crisis fue creada por años de mala gestión interna y corrupción crónica de la dictadura chavista. La misma que también derrochó la inmensa riqueza petrolera del país.
Hoy en día, el 96% de los venezolanos vive en la pobreza, según una investigación independiente de tres importantes universidades de Caracas.
Las protestas contra Maduro, el sucesor elegido por Chávez, a menudo se han enfrentado con la fuerza. Las Naciones Unidas han documentado presuntas ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas gubernamentales.
La administración de Trump ha adoptado una postura dura contra Maduro, imponiendo sanciones a los principales funcionarios de la dictadura. Incluso al propio Maduro. Aplicó un embargo de facto contra el sector petrolero venezolano con el objetivo de derrocarlo.
En enero de 2019, la Casa Blanca reconoció al líder de la oposición Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Una medida seguida por más de 50 países de todo el mundo.
Sin embargo, esta campaña de presión hasta ahora no ha logrado traer ningún cambio en Caracas.
Pérez cree que «Trump creó la expectativa de que podría derrocar a Maduro, pero sabía que no podía hacerlo. Fue un movimiento político que finalmente le salió bien, porque mucha gente lo apoyó aquí en Miami, no tanto para Venezuela».
Joaquín espera que una presidencia de Biden siga los pasos de Barack Obama y entable conversaciones con Cuba y Venezuela para promover la democracia, en oposición al enfoque de confrontación de Trump.
Hasta ahora, la propuesta más concreta de Biden a la comunidad venezolana ha sido su promesa de crear un marco de Estatus de Protección Temporal (TPS) para los migrantes venezolanos, que los protegería de la deportación.
Caracas tiene lugar destacado en las prioridades de los votantes de Miami
En febrero, Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, fue invitado como invitado de honor al discurso del Estado de la Unión de 2020 de Trump en Washington.
«Por favor, llévense este mensaje de que todos los estadounidenses están unidos con los venezolanos en su justa lucha por la libertad», le dijo Trump al líder de la oposición desde su podio.
A diferencia de su padre, el hijo de Joaquín, Alberto, de 41 años, cree que el enfoque de Trump para presionar al gobierno venezolano y su aceptación de Guaidó fue genuino. Y considera que la presión económica de la administración de Trump sobre el país es necesaria. Él culpa a Guaidó por no aprovechar al máximo el apoyo de la Casa Blanca: la oposición perdió su oportunidad de tomar el poder al no solicitar formalmente una intervención militar de Estados Unidos, dice Alberto.
Y si bien el enfoque del próximo presidente hacia Caracas ocupa un lugar destacado en la lista de prioridades de los votantes de Miami como Joaquín, es menos importante para Alberto, quien enseña música en una comunidad rural en los Apalaches en Georgia y se siente atraído por el mensaje económico de Trump.
«Trump es una marca estadounidense. Su arrogancia, su confianza, son completamente estadounidenses. Es tan estadounidense como el pastel de manzana. Cuando dice ‘Estados Unidos primero’ es algo que me hace sentir incluido. Aposté a ‘Estados Unidos primero’ al elegir venir aquí después de salir de Venezuela”, dice Alberto.
Aunque no cree que una presidencia de Biden convertiría a Estados Unidos en «una Venezuela con esteroides» como ha amenazado Trump, Alberto sospecha de lo que él ve como las propuestas de Biden a la izquierda estadounidense.
Si bien el candidato demócrata dice que no es socialista, Alberto dice: «Fidel Castro nunca dijo que era socialista, hasta que lo fue. Chávez dijo muchas veces que no era socialista, hasta que lo fue».
Los otros hijos de Joaquín que viven en EE.UU. no han tomado una posición firme en las elecciones y la política rara vez aparece en las conversaciones familiares. Al final, tanto el padre como el hijo creen que su afecto mutuo es más fuerte que sus puntos de vista en conflicto.
Y mientras que los venezolanos-estadounidenses,. ven las elecciones estadounidenses como un evento trascendente para el futuro de Venezuela, sus votos en el sur de la Florida son muy codiciados por ambos candidatos.
Hoy conoceremos la realidad hacia donde fueron los votos de los venezolanos en Estados Unidos
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