El obispo católico estadounidense Peter Libasci aseguró que su diócesis no permitirá que los inmigrantes indocumentados se refugien en sus iglesias y consideró que esa debe ser la tónica de otros templos católicos, informaron medios locales.
En una carta al clero, el obispo Libasci, de la diócesis de Manchester (Nuevo Hampshire), afirmó que la iglesia no puede proporcionar protección a los indocumentados, ya que eso podría suponer que los sacerdotes tuvieran que enfrentarse a procedimientos penales y multas por acoger a personas que permanecen en EE.UU. de manera ilegal.
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"No hemos designado nuestras iglesias como iglesias santuario" porque en este sentido de la palabra se crea una falsa esperanza hacia las personas que viven con miedo de que podemos protegerlas de la aplicación de la ley, escribió Libasci.
"‘Santuario’ no es una designación reconocida por la ley y no proporciona tal protección legal", agregó el obispo en referencia a la ayuda que algunos templos católicos están dando a las familias indocumentadas para que no sufran deportaciones y separación familiar.
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La carta fue enviada unos días después de que una iglesia de Manchester, con muchos fieles hispanos, se declarara una iglesia santuario, según su pastor, el reverendo Joseph Gurdak, un franciscano capuchino.
A principios de la semana pasada, Gurdak dijo que los padres de familia que temen una posible deportación le envíen instrucciones, bajo acta notarial, a él y a su personal sobre cómo proceder con sus familias.
En el papeleo deben explicar su situación financiera y quién debe cuidar a sus hijos en caso de que los padres sean enviados a sus países de origen.
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"Es triste que la Iglesia católica esté tomando esta posición, pero no es sorprendente", dijo hoy al diario La Raza Eva Castillo, directora ejecutiva de la Alianza para Inmigrantes y Refugiados de Nuevo Hampshire.
"Crecí católica y, cuando se trata de temas como este, están felices de ofrecer dinero y apoyo, pero no están dispuestos a poner su fe en acción", agregó.
Con información de EFE