Es un hecho: El First Republic Bank cerró por decisión del Departamento de Protección e Innovación Financiera de California.
Mario Beroes/El Político
La entidad pública californiana nombró a la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), administrador judicial de la entidad, quien se lo vendió al JP Morgan Chase Bank.
JP Morgan nuevo dueño
La FDIC ha comunicado que, para proteger a los depositantes, ha firmado un acuerdo de compra y reestructuración con JP Morgan Chase Bank, para asumir todos los depósitos y "la práctica totalidad de los activos de First Republic Bank".
JP Morgan ha presentado una oferta por todos los depósitos de First Republic. Como parte de la transacción, las 84 oficinas de First Republic Bank en ocho estados reabrirán hoy como sucursales de JP Morgan Chase, en horario comercial, ha informado la FDIC en un comunicado.
"Todos los depositantes de First Republic Bank se convertirán en depositantes de JP Morgan Chase Bank, National Association, y tendrán pleno acceso a todos sus depósitos.".
Los depósitos seguirán estando asegurados por la FDIC, y los clientes no necesitan cambiar su relación bancaria para mantener su cobertura de seguro de depósitos hasta los límites aplicables, precisa el comunicado.
Los clientes de First Republic Bank deben seguir utilizando su sucursal actual hasta que reciban la notificación de JP Morgan Chase Bank de que ha completado los cambios en los sistemas para permitir que otras sucursales de JP Morgan procesen también sus cuentas, explica.
A 13 de abril de 2023, First Republic Bank tenía aproximadamente 229.100 millones de dólares en activos totales y 103.900 millones de dólares en depósitos totales.
Por qué es importante
La FDIC y JP Morgan Chase Bank también están participando en una transacción de pérdidas compartidas sobre préstamos unifamiliares, residenciales y comerciales que adquirió del antiguo First Republic Bank.
La FDIC, como administrador judicial, y JP Morgan, compartirán las pérdidas y las posibles recuperaciones de los préstamos cubiertos por el acuerdo de pérdidas compartidas.
Se prevé que la transacción de pérdidas compartidas maximice la recuperación de los activos al mantenerlos en el sector privado.
También se espera que la transacción minimice las perturbaciones para los clientes de préstamos. Además, JP Morgan Chase Bank asumirá todos los contratos financieros cualificados.
La FDIC ha revelado que la resolución de First Republic Bank "implicó un proceso de licitación altamente competitivo" y estima que el coste para el Fondo de Seguro de Depósitos será de unos 13.000 millones de dólares.
"Se trata de una estimación y el coste final se determinará cuando la FDIC ponga fin a la administración judicial", concluye en el comunicado.
¿Finalizó la crisis?
La quiebra del Silicon Valley Bank el 10 de marzo ha acabado finalmente con First Republic, después de asustar a sus clientes, que han ido retirando progresivamente sus depósitos.
La entidad regional se hundió la semana pasada en bolsa tras anunciar sus resultados del primer trimestre y comunicar salidas de depósitos por valor de más de 100.000 millones de dólares.
El martes perdió un 50%, el miércoles, un 30%, el jueves logró rebotar un 8% y el viernes 28 volvió a desplomarse un 43%.
Con todo, las acciones de First Republic habían perdido más del 90% de su valor desde principios de marzo.
‘La venta forzosa de First Republic supone una caída sorprendente para un prestamista que durante mucho tiempo fue la envidia de las finanzas.
Con unos 233.000 millones de dólares en activos a finales del primer trimestre, es el segundo mayor banco en quebrar en la historia de Estados Unidos, por detrás de Washington Mutual en 2008.
Completan la lista de los cuatro primeros Silicon Valley Bank y Signature Bank, ambos quebrados en marzo.
Conclusión
La Reserva Federal (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) publicaron sendos informes sobre el colapso del banco Silicon Valley Bank (SVB), centrado en la industria tecnológica, seguido del de Signature Bank. Sus caídas precipitaron la compra de la banca de inversión Credit Suisse por UBS.
Las dos organizaciones subrayaron un punto: las quiebras en ambos casos se debieron sobre todo a errores de las direcciones de los bancos.
En el caso de SVB por no saber gestionar los riesgos y en el de Signature Bank por no mantener prácticas de gestión de riesgos “adecuadas”. Pero en los informes ambas instituciones entonan el mea culpa, al menos en parte.
La Fed reconoce fallos por “no apreciar plenamente el alcance de las vulnerabilidades” de SVB, que quebró el 10 de marzo, en buena medida por su alta exposición a una subida de los tipos de interés.