Las sanciones de Donald Trump a tres ministros y la subida de los aranceles al acero y aluminio no han podido detener el avance de las tropas de Erdogán
El Político
La avanzada de las tropas turcas en el norte de Siria, cuyo objetivo, según el presidente Recep Tayyib Erdogán, es “entrar en Mabij y garantizar su seguridad”, sigue impertérrita, pese al rechazo de la mayoría de los países europeos, y las sanciones que ayer adoptó el presidente norteamericano contra tres ministros y elevación de los aranceles del acero y el aluminio turcos.
Ante esa cuadro las milicias kurdas han comenzado a unirse a las tropas sirias en un intento de contener la ofensiva.
Sanciones de Trump
El presidente Donald Trump, cuya decisión de sacar a las tropas norteamericanas de Siria, en un cambio radical anunció que impondrá aranceles al acero y el alumino procedente de Turquía en castigo por sus “acciones desestabilizadoras en el noreste de Siria”. Además, impuso sanciones a tres ministros del Ejecutivo del presidente Recep Tayyip Erdogan y ordenó detener “inmediatamente” las negociaciones de cara a un acuerdo comercial con Turquía.
“La ofensiva militar de Turquía pone en peligro a los civiles y amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad en la región. He sido perfectamente claro con el presidente [turco Recep Tayyip] Erdogan: la acción de Turquía está precipitando una crisis humanitaria y creando las condiciones para posibles crímenes de guerra”, afirmó Trump en un comunicado. “Desafortunadamente, Turquía no parece estar mitigando los efectos humanitarios de su invasión”, añade, y concluye: “Estoy totalmente preparado para destruir rápidamente la economía de Turquía si los líderes trucos continúan por este peligroso camino destructivo”.
En concreto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en sus siglas en inglés) ha bloqueado los activos y ha prohibido la entrada en EE UU de los ministros turcos de Defensa Nacional, Hulusi Akar; de Interior, Suleyman Soylu, y de Energía, Fatih Donmez, y ha sancionado a los propios ministerios de Defensa Nacional y de Energía como instrumentos del Gobierno de Ankara para la incursión en Siria contra los kurdos.
Como resultado de su decisión, EE UU ha bloqueado todos los activos que los ministros puedan tener bajo jurisdicción estadounidense, ha prohibido a personas o entidades de su país mantener relaciones comerciales o financieras con los designados por el Tesoro y ha puesto en suspensión la entrada de esos funcionarios en su territorio.
Los kurdos se unen a Siria
El acuerdo entre las milicias kurdas y el régimen sirio para detener la ofensiva de Turquía supone un nuevo vuelco en el tablero y puede afectar a diversos frentes de una guerra civil que se prolonga ya más de ocho años. Tropas del Ejército sirio y milicias controladas por Damasco comenzaron a desplegarse en varios puntos del norte de Siria y se produjeron enfrentamientos con las fuerzas turcas. Rusia, principal valedor de Bachar el Asad junto a Irán y que mantiene unas excelentes relaciones con el Gobierno de Ankara, se erige así en árbitro del conflicto tras la precipitada retirada de las fuerzas de EE UU.
“Turquía está invadiendo el territorio sirio liberado por las FDS [Fuerzas Democráticas Sirias, milicias kurdo-árabes] con la sangre y el sacrificio de sus hijos. Las FDS han respondido con dignidad y coraje para salvar la integridad territorial de Siria, pero Turquía continúa con su asalto. En consecuencia, hemos tenido que llegar a un acuerdo con el Gobierno sirio”, anunció en la noche del domingo la Administración del Norte y Este de Siria —liderada por los partidos y milicias kurdas—.
De acuerdo con el pacto, que ha contado con la mediación y visto bueno de Moscú, fuerzas del régimen se desplegarán por toda la frontera para frenar la “agresión turca”.
Y así hicieron: en las primeras 24 horas desde el anuncio, tropas regulares avanzaron desde el sur, entraron en Raqa y en Manbij, se desplegaron en Qamishli (situada junto a la misma frontera turco-siria) y tomaron el control de uno de los pasos fronterizos a Irak hasta ahora en manos kurdas.
También aseguraron dos localidades estratégicas como Ain Issa y Tal Tamr, sobre la carretera M4, clave para las comunicaciones y el abastecimiento de las ciudades del norte de Siria
“Hasta conseguir su objetivo”
El portavoz del Ejecutivo turco, Ibrahim Kalin, de hecho, mantuvo una postura desafiante y advirtió de que la operación turca continuará. “Hay quienes han entrado en pánico porque la Operación Manantial de Paz está teniendo éxito y nos piden que paremos. Se amenaza a Turquía con sanciones. Pero no pararemos hasta alcanzar nuestros objetivos”, afirmó.
Pero este lunes el frente más movido se situaba al oeste del río Éufrates, en torno a la ciudad de Manbij. El Ejército sirio fue enviado a la línea de contacto que le separa del territorio controlado por Turquía.
Las Fuerzas Armadas turcas también enviaron refuerzos a esa zona y la artillería turca golpeó las líneas enemigas para que las milicias rebeldes sirias junto a las que combate avanzaran hacia Manbij, lo que desató enfrentamientos con las tropas gubernamentales.
“Nuestras fuerzas entrarán en Manbij y Ain al Arab [Kobane]”, aseguró una de las milicias sirias leales a Ankara, la División Sultán Murad. También el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que calificó de “positiva” la retirada de EE UU, afirmó que la intención de Turquía es “entrar” en Manbij y “garantizar su seguridad”.