El presidente de EEUU, Donald Trump, ha recibido este miércoles en la Casa Blanca a su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
El Político
El encuentro se produce en medio de una persistente polémica en Washington por la invasión turca de las zonas controladas por los kurdos en Siria y por la compra por Ankara de misiles antibalísticos rusos.
Erdogan ha llegado a la Casa Blanca acompañado por su esposa, Emine, para una primera reunión con Trump y la primera dama, Melania. "Somos amigos desde hace mucho tiempo", subrayó el dirigente estadounidense al recibirlo en el Despacho Oval.
¿Qué hay detrás de tanta zalamería y tolerancia de Trump hacia Erdogan? Cuando hasta las bancadas republicanas que apoyan al inquilino de la Casa Blanca en tantas cosas, en esto se le han opuesto firmemente. ¿Serán cuestiones relacionadas con la empatía entre dos gobernantes populistas ávidos de poder? ¿O habrá más de por medio? ¿Negocios personales o quizá acuerdos para protección de intereses privados no muy limpios?
Estas son especulaciones que, inevitablemente, surgen cuando las cosas no parecen tener ninguna congruencia en términos de los intereses geoestratégicos mayores de Estados Unidos.
Una aliado incómodo
La reunión de esta mañana llega poco más de un mes después de que Trump generara una oleada de críticas en EEUU al ordenar la retirada de las tropas estadounidenses del norte de Siria. La decisión se produjo después de hablar por teléfono con Erdogan. En esa comunicación el presidente turco le infomó que planeaba lanzar una ofensiva contra las milicias kurdosirias en la zona.
La controversia fue tan fuerte en Washington que Trump llegó a imponer sanciones a tres ministros turcos como represalia por la ofensiva. Las milicias eran las aliadas de EEUU. en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
La Casa Blanca parece haber dado por cerrado ese capítulo. Sin embargo, hay otro tema que aún tensa la relación bilateral.
Se trata de la compra este año por parte de Turquía de un sistema de misiles S-400 ruso. Una medida que pone en duda su compromiso con la OTAN y por la que el Congreso estadounidense quiere imponer sanciones a Ankara.
Trump se ha resistido hasta ahora a imponer esas sanciones. Fuentes de la Casa Blanca reconocieron este martes que hay que "resolver como aliados el problema del S-400″ y que ese tema tendría un peso importante en las negociaciones con Erdogan.
Relaciones tormentosas
El 16 de Noviembre de 2019, hace un año, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, estuvo de visita en Estados Unidos. Su estancia en Washington fue memorable en el sentido de que pocas veces se había registrado un espectáculo así de extraño.
Mientras que el trato dado por Donald Trump a su homólogo turco fue cordial y amistoso. LLegó a calificarlo de “altamente respetable y buen amigo”. También informó que esperaba acordar el incremento del monto del comercio entre ambas naciones de 20 a 100 mil millones de dólares anuales. Pero en el Congreso norteamericano el malestar y el repudio fueron más que evidentes.
Las condenas, no sólo de parte del partido Demócrata, sino bipartidistas, a las políticas recientes del mandatario turco, no se hicieron esperar.
Cuestionamientos bipartidistas
Recordaron que la decisión de Trump en octubre pasado, cuando retiró a sus tropas del noreste de Siria, le abrió la puerta a Erdogan a invadir esa zona y aplastar a los kurdos. Estos que habían sido aliados de EU en el combate al ISIS. Esa decisión fue recibida con estupor e indignación entre la mayoría de congresistas en Washington.
También les indigna la compra que hiciera Erdogan a Rusia del sistema de seguridad antiaérea S-400. Lo que viola las normas bajo las que se debe regir un miembro de la OTAN como es Turquía.
Se le suma el perfil de dictador populista que ha construido Erdogan a lo largo de los 17 años en que ha estado a la cabeza de su país. Lo que ha provocado que en el legislativo de EU no exista casi ninguna simpatía por el mandatario turco.
Según la denuncia del senador demócrata Edward Markey, el récord de respeto a los derechos humanos en Turquía es inaceptable. Desde el fallido golpe de Estado de 2015, al menos 80 mil ciudadanos turcos han sido arrestados. Mientras que más de mil 500 organizaciones no gubernamentales han sido clausuradas bajo el argumento de formar parte de redes terroristas.
Desaires en la Cámara Baja
La Cámara de Representantes aprobó el 29 de octubre de 2019, mediante una aplastante votación de 405 a favor y 11 en contra, su reconocimiento al genocidio de los armenios ejecutado por los turcos en la segunda década del siglo pasado. Un acto con el que pretendía mostrar su repudio a la figura presidencial turca,
Y aún hubo más: se puso sobre la mesa la propuesta de ley de sancionar a Turquía por su compra a Rusia de sistemas de misiles tierra-aire. También se planteó la necesidad de dejar de venderle a los turcos armas que pudieran ser usadas en Siria;, y de sancionar a altos oficiales turcos involucrados en la ofensiva contra los kurdos.
Todas estas iniciativas fueron aprobadas con 403 votos a favor y 16 en contra. Entre los republicanos esta votación quedó resuelta en el mismo sentido, con 176 a favor y 15 en contra.
Por lo que, como lo expresara en el Washington Post, Asli Aydintasbas, miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, las visitas del presidente turco a Estados Unidos fueron “un gran triunfo para Erdogan".
"Han conseguido afianzar su poder dentro de su propio país y obtener una gran audiencia en Estados Unidos, donde pudo reiterar sus puntos principales. Como el de que el YPG, que representa a la mayoría de las unidades de protección del pueblo kurdo en el noreste de Siria, es una entidad terrorista”
Fuente: El Periodico
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