La semana pasada disminuyeron en 13 mil casos las solicitudes de residentes estadounidenses quienes solicitaron ayuda por desempleo. Conforme al Departamento del Trabajo, la cifra ahora ronda sobre los 553 mil registrados, lo que constituye la menor cantidad reportada desde el inicio de los contagios por COVID-19 en marzo del año pasado. Según los reportes, constituye a su vez una nueva señal positiva de la recuperación económica de la nación norteamericana.
El Político
La agencia noticiosa AP difunde los más recientes datos emitidos por el Departamento del Trabajo, según los cuales aunque los índices observan una caída sostenida, se mantienen muy por encima de los registros previos. Los mismos indicaron que cerca de 230 mil personas se registraron en la aplicación antes de desatarse los contagios con alto impacto en la economía del país y muy puntualmente en marzo de 2020.
Al mismo tiempo se reseña que el promedio de ajustes de cuatro semanas, el cual solventa los giros semanales, disminuyó en 44 mil casos, hasta ubicarse en 611 mil 750 solicitudes.
En la semana del 17 de abril, unas 3,7 millones de personas recibían ayuda tradicional del estado por desempleo. El registro contempla un programa federal diseñado para reducir el golpe a la economía de la crisis sanitaria. En la ocasión, 16,6 millones de conciudadanos recibieron el beneficio de ayuda por desempleo.
El desempleo en ascuas
AP resalta que los requerimientos constituyen indicadores sobre el progreso de los despidos laborales que los economistas. Estos consideran que se trata de una señal sobre el rumbo que adopta el mercado laboral e incluso la economía toda. Se advierte, no obstante, alguna desconfianza sobre los resultados estadísticos. Ya que en los últimos meses han debido sortearse las dificultades de las autoridades estadales para resolver el problema de la acumulación de solicitudes. Así como la evaluación de muchos posibles fraudes sospechosos que pueden tergiversar el dato sobre el volumen real de peticiones.
De otro lado un cable noticioso de Reuters hace notar que la economía de la nación norteamericana observó un notable aceleramiento durante el primer trimestre de este año. Justo desde que el novel gobierno demócrata erogó importantes recursos financieros a los hogares, con hincapié en los de bajos ingresos. Y resulta evidente que la decisión logró impulsar el gasto de los consumidores. Y estableció una meta a un más sólido desempeño económico, al menos para las cuatro décadas por venir.
La agencia británica destaca que la generosidad de la administración demócrata salpicó así mismo al sector privado. Especialmente al dedicado a la industria de servicios de alto contacto. El estímulo fiscal masivo y el alivio de la ansiedad por el COVID-19, con todos los estadounidenses adultos ahora elegibles para la vacunación contra el virus, coadyuvaron a acelerar la economía de la nación en comparación con sus rivales globales.