La primavera del coronavirus está dando paso en apenas una exhalación a un nuevo "Verano de la Ira". La ira de los afroamericanos y la sociedad estadounidense en general contra la violencia sistémica contra las personas negras, destapada con la muerte -ya declarada homicidio- del afroamericano Geoge Floyd a manos de un policía en Mineápolis.
El Político
Desde ese primer foco en el estado de Minesota, se han ya extendido a prácticamente todo el país, registrándose manifestaciones y protestas en más de un centenar de ciudades y casi todos los estados, en las ya ocho noches que se prolonga la tensión racial en EEUU. Aunque no hay datos oficiales todavía, según el historiador Douglas Brinkley a la CNN, EEUU está viviendo la ola de protestas más intensa “desde el asesinato de Martin Luther King Jr en 1968”.
Las palabras del presidente Donald Trump la noche del lunes, que se dirigió a la nación catalogando a los disturbios como "actos de terrorismo doméstico" y amenazando con desplegar al Ejército dentro del propio país si los alcaldes y gobernadores no movilizaban las fuerzas de la Guardia Nacional en suficientes números como para acabar con las protestas, no han impedido que la noche del lunes al martes se violara el toque de queda en más de una decena de ciudades tanto para vigilias en memoria de Floyd (en el lugar de su homicidio a manos de un policía en Mineápolis) como en lo que más tarde ha degenerado de nuevo en disturbios o saqueos.
"Hoy he recomendado encarecidamente a los gobernadores que movilicen la Guardia Nacional en números suficientes para que dominemos las calles. Alcaldes y gobernadores deberán establecer una presencia abrumadora de agentes del orden hasta que la violencia sea frenada. Si una ciudad o un estado se niegan a tomar las acciones necesarias para defender la vida y la propiedad, desplegaré el Ejército de EEUU y resolveré rápidamente su problema", amenazó Trump el lunes.
130 ciudades, 21 estados en alerta
La de este lunes al martes se trata de la octava noche consecutiva de protestas, que desafían las cada vez más medidas impuestas por los estados y alcaldes para intentar controlarlas. Más de 40 ciudades, incluidas Washington DC. y Nueva York, han impuesto toques de queda nocturnos a partir de las 19:00 hora local, y al menos 21 estados (de 52) han desplegado tropas de la Guardia Nacional para intentar controlar a los manifestantes y estallidos de violencia. Varios estados (Arizona, Texas y Virginia) han declarado además el estado de emergencia o de desastre, que da a la policía más poderes.
En total, se han celebrado manifestaciones en más de 130 ciudades de prácticamente toda la geografía de EEUU. A nivel nacional, se han producido más de 4.400 detenciones.
Mientras que durante el día la mayoría de las protestas se han mantenido pacíficas, aunque con múltiples ejemplos de violencia y abuso policial contra los manifestantes registrados en vídeo o incluso por las cámaras en directo de los medios de comunicación [puedes ver algunos ejemplos en el mapa superior, en los puntos de color negro] por las noches se han desatado disturbios que han llegado incluso hasta las puertas de la Casa Blanca. En todo el país han ardido comisarías (en Mineápolis), negocios y coches de policía. Las culpas han volado lado a lado: Trump ha apuntado -sin ofrecer pruebas- al movimiento "antifa", catalogándola de "organización" y amenazando con declararla grupo terrorista, mientras que voces demócratas en los estados más afectados han señalado -también sin pruebas- a "agentes del fuera [del estado]" y a "supremacistas blancos".
Los medios de comunicación han sido en esta ocasión víctimas recurrentes. A la detención durante los primeros días de las protestas de un periodista negro de la CNN y el resto de su equipo en directo en Mineápolis, se han añadido nuevos arrestos en varias ciudades y varios incidentes de violencia policial: en Louisville, una reportera y su cámara recibieron disparos de proyectiles no letales de un policía que apuntó directamente hacia ellos (grabado y retransmitido en directo) y en Mineápolis una fotorreportera recibió un disparo de bala de goma en el ojo [puedes encontrar esos y otros ejemplos en el mapa]. También se han producido ejemplos de violencia entre los manifestantes: en Washington DC un periodista fue agredido por la multitud con su propio micrófono y las oficinas de la CNN en Atlanta también fueron atacadas en los disturbios.
Louisville officer shot rubber bullets and hit a reporter on Live TV pic.twitter.com/rzrvc3iPWQ
— Matt Jones (@KySportsRadio) May 30, 2020
Con el recrudecimiento de las protestas, empiezan a contarse las víctimas mortales. La madrugada del lunes la policía de Louisville (Kentucky) mató a disparos a un hombre que se manifestaba en la ciudad. Según la versión de la policía, los agentes respondieron a disparos contra ellos mientras intentaban dispersar una protesta. El jefe de policía de Louisville ha sido despedido tras el incidente. Se trata de la última víctima durante las protestas, que ya suman (según un conteo de medios locales) al menos 7 personas en Indianápolis, Chicago, Louisville, Detroit o St Louis.
Nota de El Confidencial