James Feigen, nadador estadounidense que participó en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y que protagonizó un falso asalto mientras salía de fiesta con dos colegas, presentó este miércoles sus disculpas, por las mentiras dichas y los daños ocasionados.
Maryann H. León / El Político
“En primer lugar, me gustaría disculparme por haber desviado la atención de los Juegos Olímpicos de Río, y de la delegación de Estados Unidos”, dijo ahora Feigen, quien además agregó, “quiero dar las gracias al Comité Olímpico Internacional y la población de Río por su hospitalidad durante sus Juegos Olímpicos, sólo tengo el respeto para esa ciudad”, agregó.
Nadadores de EEUU fingieron ser robados en Brasil
“En el camino de vuelta [una noche desde el Club France], pedimos a nuestro conductor de taxi que parara en una gasolinera para ir al baño”, dijo Feigen, al tiempo que añadió: “Los baños estaban cerrados, pero no intentamos forzar la puerta y tomamos la decisión desafortunada de orinar detrás del edificio”, reconoció Feigen, miembro del equipo de Estados Unidos que ganó el relevo 4×100 de natación en Río-2016.Feigen contó que este incidente ha afectado su reputación y en especial la de su compañero Lochte, una de las estrellas del equipo de natación de Estados Unidos, a quien varios patrocinadores han retirado su apoyo.
Dijo que antes de volver al taxi, Lochte había arrancado un cartel.
“Un hombre nos ordenó en portugués a mi y a mis compañeros de equipo sentarnos en el suelo”. “Puse mis manos en alto, me senté, el hombre de la pistola nos pidió dinero, se lo dimos y nos dejó partir (…) más tarde, un policía fue a la Villa Olímpica a tomar nuestro testimonio y yo no mencioné que habíamos orinado detrás de la gasolinera y Lochte había arrancado el cartel (…), porque traté de proteger a mis compañeros de equipo”, reconoció Feigen.
Feigen luego de ver su pasaporte confiscado por la justicia brasileña tuvo que negociar con las autoridades de ese país. “Se nos dio la opción ya sea para permanecer en Brasil durante la investigación policial, que podría durar al menos un mes, a pagar una multa de 31.250 dólares para retornarme el pasaporte y una pena de quince días de trabajo comunitario”, añadió.
“Al final llegamos a un acuerdo con una multa de 10.800 dólares (…). Estoy agradecido de estar de vuelta en los Estados Unidos con mi familia y que esta pesadilla haya terminado”, afirmó.
Con información de La Patilla