El presidente estadounidense Donald Trump ha reavivado el entusiasmo por la NASA y su programa de exploración espacial humana con su plan de devolver a los estadounidenses a la luna para 2024, pero ese ambicioso calendario parece cada vez más problemático, informó Florida Politics.
El Político
El reportero Scott Powers detalla que, en primer lugar, el desarrollo del cohete monstruoso necesario para ello, el "Space Launch System", el SLS, está muy retrasado, por encima del presupuesto, y casi no está a la vista. El desarrollo de la nueva cápsula de la tripulación, la "Orion", también está atrasada y por encima del presupuesto. Aún no hay un alunizaje o un plan base lunar "Gateway".
Los sistemas de tierra, la parte de Florida en todo esto, también están muy atrasados, aunque, irónicamente, la NASA cree que los retrasos de los otros sistemas están dando a los sistemas del Centro Espacial Kennedy la oportunidad de ponerse al día. Y el desarrollo de cosas aparentemente simples, como los nuevos trajes espaciales, parece estar al borde de la probabilidad de estar listo a tiempo.
La semana pasada, en una audiencia en el Congreso, el republicano Bill Posey de Rockledge presionó a Kenneth Bowersox, administrador asociado interino de la NASA para la exploración humana y las operaciones, para que diera una respuesta a quemarropa sobre las probabilidades de que Estados Unidos cumpliera la meta de 2024. El funcionario dio una respuesta poco segura.
"No apostaría el próximo regalo de cumpleaños de mi hijo mayor ni nada parecido", afirmó Bowersox a la Subcomisión de Espacio y Aeronáutica de la Cámara el miércoles pasado, después de que algunos de los detalles pesimistas surgieran de él y de otros dos testigos.
Las ramificaciones para la Florida pueden limitarse a posibles retrasos en el regreso al nivel de excitación generado por los lanzamientos de humanos a la luna. Políticamente, sin embargo, la confianza puede erosionar la misión a la Luna Nueva de la NASA, que pretende ser el primer paso de Estados Unidos en una misión a Marte en la década de 2030.
Los miembros del Subcomité Espacial, que incluyen a Posey, el republicano demócrata Charlie Crist de San Petersburgo y el republicano Michael Waltz de St. Augustine Beach, parecían ser fuertes partidarios del programa lunar pero se estaban poniendo muy nerviosos por lo que estaban escuchando.
Waltz expresó su exasperación por el hecho de que la NASA parezca tan laboriosa en hacer algo que ya había hecho, hace 50 años: enviar gente a la luna.
Esta es la NASA, que una vez puso a los hombres en la luna sólo ocho años después de un punto en el tiempo en el que ni siquiera tenía un cohete seguro para poner a la gente en órbita. Pero esta no es la NASA de su padre, que Bowersox y otros concedieron durante la audiencia con algunas dificultades para explicar por qué.
Originalmente se suponía que el SLS estaría listo para su primer lanzamiento de prueba a principios de 2018. Esa proyección ha sido rechazada repetidamente, y la NASA ha abandonado su última meta, a mediados de 2020, sin anunciar una nueva meta firme. Bowersox afirmó al comité que extraoficialmente la NASA espera que sea a finales de 2020, pero admitió que incluso eso podría ser ambicioso.
La Oficina de Contabilidad General de los EEUU proyectó que no sería posible hacer una prueba de lanzamiento del SLS hasta mediados del año 2021. Hay muchos pasos entre esa prueba y el envío de astronautas a la luna.
Fuente: Florida Politics