Si bien la llegada de Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán, a los Estados Unidos, no ha representado un tema de álgida importancia para el Gobierno de Estados Unidos, un grupo de legisladores está presionando para que se haga más.
El Políticot
Y es que la Administración de Biden se mantiene reacia a empeorar las relaciones que de por sí, ya están tensas con China.
Por ello, minimiza la visita de la presidenta al señalar que Tsai está haciendo un viaje privado y ha enfatizado que no se reunirá con ningún funcionario del gobierno.
La razón
Tsai se detiene en los EE. UU. en ambos extremos de un viaje por América Latina. Ella estará en Nueva York por un día el jueves para recibir un premio de liderazgo de un grupo de expertos conservador y se reunirá con el presidente de la Cámara Kevin McCarthy en Los Ángeles el 5 de abril.
Es el séptimo viaje de este tipo de Tsai a Estados Unidos desde que asumió la presidencia en 2016, pero este se produce cuando las tensiones entre Washington y Pekín se han deteriorado por el globo espía que recientemente transitó por Estados Unidos y el apoyo de China a Rusia en su guerra contra Ucrania.
Su visita está haciendo aún más marcada la creciente división entre los legisladores que abogan por proteger a Taiwán a toda costa y una administración que está tratando de controlar a China sin descarrilar por completo una relación que ya se encuentra en su nivel más frío en décadas.
En conclusión
Beijing califica la visita como una afrenta a las relaciones entre Estados Unidos y China y como una provocación. “El viaje no es tanto un ‘tránsito’… sino que EE. UU. está en connivencia y apoyando a los separatistas de la ‘independencia de Taiwán’”, dijo el miércoles el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning.
El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, Zhu Fenglian, agregó que Beijing “tomará medidas para contrarrestar resueltamente” cualquier reunión entre Tsai y McCarthy.
Fuente Politico