Una serie de conflictos sindicales están afectando las actividades diarias en los Estados Unidos. Huelgas de empresas de transporte puerta a puerta; camioneros y estibadores en dos de los principales puertos de la Costa Oeste complican la situación económica y social del país norteamericano.
El Político
A este panorama se une una huelga que va más allá de lo sindical: la del Sindicato de Guionistas en Hollywood, a la que se sumaron los artistas y personal involucrado con el mundo del espectáculo y el entretenimiento.
Este conflicto, que incluye a 11.500 guionistas, y a la Alianza de Productores de Cine y Televisión, unos 160.000 actores y actrices, va a afectar y de hecho ya lo está haciendo, la enorme e importante industria del entretenimiento estadounidense, la más importante a nivel mundial.
Toma 1: Interviene la Casa Blanca
La Casa Blanca urgió a los grandes estudios y a los sindicatos de guionistas y actores de Estados Unidos que negocien "de buena fe" y alcancen un acuerdo que ponga fin a la huelga en Hollywood.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en la habitual reunión diaria con los medios, recalcó en cualquier caso que el presidente estadounidense, Joe Biden, "defiende el derecho a la huelga" y considera que "todos los trabajadores, incluidos guionistas y actores, merecen unas prestaciones y un sueldo justos".
"El presidente Biden, el más prosindicato de la historia, sabe de la importancia de los convenios colectivos porque entiende que protegen a empresarios y trabajadores, y por eso urge a ambas partes a negociar de buena fe".
Añadió Jean-Pierre, que Biden está siendo informado de todo este conflicto que ha llevado a guionistas y actores a convocar una huelga indefinida.
"La Casa Blanca está en contacto con los huelguistas y con los estudios, y continuará estándolo de forma constructiva para ayudar a encontrar una solución".
Entre los miembros del equipo de Biden que están manteniendo estos contactos está Gene Sperling, asesor económico del presidente, y Julie Su, subsecretaria de Empleo de Estados Unidos.
Toma 2: Streaming e Inteligencia Artificial
Es la primera vez en 63 años que ambos gremios han cesado su actividad de forma simultánea y el grueso de sus demandas a los grandes estudios y plataformas coincide.
Reclaman sobre todo una regulación del uso de la inteligencia artificial en la industria y un aumento de los derechos residuales, aquellas compensaciones económicas que reciben cada vez que alguna de sus obras se vuelve a reproducir vía "streaming".
Y es que la llamada era del streaming ha quebrado los esquemas productivos en la industria del espectáculo, y eso tiene a los sindicatos más grandes de Hollywood unidos a un grado que no se ha visto en décadas.
La cuestión es la siguiente: la Alianza de Productores de Cine y Televisión, que representa a los estudios en las negociaciones sindicales, está tratando de utilizar el mismo manual que utilizó para poner fin a la última huelga de guionistas en 2007-08. Jugar a la división.
Hay que tomar en cuenta que la industria del entretenimiento cambió y lo que, años atrás era un negocio menor, hoy es la principal fuente de ingresos, gracias a las plataformas On-Demand.
Es por esto que ambos sindicatos están reclamando mejores regalías (o pagos residuales) de los servicios de streaming que pagan menos, mucho menos que los canales de cable.
Por ejemplo, si una serie era exitosa, actores y escritores recibían buenos pagos residuales regulares mientras que con las nuevas plataformas no hay pago alguno bajo ningún concepto.
Y he aquí el otro aspecto, la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) y la propiedad de la imagen. Los estudios pretenden es que al aceptar un contrato, el actor o la actriz ceda por siempre los derechos sobre su imagen y así estos puedan recrearla bajo la técnica de la IA.
Este debate tiene tiempo dándose en el ambiente artístico, debido a que algunos estudios decidieron recrear el rostro de actores fallecidos para una versión o reposición de la película, como hizo Disney con Star Wars.
Toma 3: No hay final feliz
La situación es realmente preocupante en lo que es la "meca del cine y el entretenimiento". Hollywood enfrenta un conflicto que no es cuantificable ni en lo económico, ni en tiempo.
Por lo pronto, queda prohibida cualquier actividad frente a una cámara: actuar, cantar, bailar, rodar escenas de acción e incluso manipular títeres.
Los actores tampoco podrán prestar su voz o hacer doblajes para cualquier producto audiovisual, como tráileres o anuncios. No se podrá participar en sesiones fotográficas o pruebas de vestuario, ensayos o pruebas de cámara.
Esto obliga a parar cientos de producciones que estaban en marcha, aunque el calendario de rodajes de películas y series se había retrasado tomando en cuenta que muchos guiones ya estaban terminados.
Las consecuencias del paro de los actores comenzarán a notarse inmediatamente, porque los estudios aprovechan el verano para lanzar sus apuestas más importantes en taquilla.
Los actores no pueden hacer ningún tipo de promoción, entrevistas, viajes, apariciones en programas, convenciones o festivales.
lo más probable es que se suspendan los festivales de otoño, como Venecia, Telluride (Colorado), Toronto, San Sebastián y Nueva York. De hecho la cancelación de los Premios Emmy se da por descontado.
Fuentes. EFE / El País / TZM / Casa Blanca