El proceso de imputación parlamentaria a Donald Trump está yendo de maravilla. Al menos para los demócratas. Al menos en apariencia. Todos los testigos parecen confirmar, con claridad y en detalle, las acusaciones contra el presidente, quien habría presionado a Ucrania para que esta investigase a su rival, el exvicepresidente Joe Biden, reseñó El Confidencial.
El Político
El portal detalla que los ocho grandes canales de televisión retransmiten los testimonios en directo, los periódicos empapelan sus portadas y crean boletines especiales, y los bares de Washington adaptan sus menús al escándalo. Nadie quiere faltar a la gran fiesta del juicio político a Trump.
Pero, una vez más, ¿hasta qué punto refleja esta fulgurante cobertura la opinión de los hogares de EEUU? Los detalles del ‘impeachment’, ¿son de dominio común o sólo los conoce un pequeño club político-periodístico? Varios datos sugieren que este proceso, de momento, apenas ha dejado un rasguño en la piel de la opinión pública.
El primer día de los interrogatorios públicos, el pasado miércoles 13 de noviembre, la audiencia televisiva fue de 13,7 millones de personas (el 5,7% del electorado): un 31% menos que cuando testificó James Comey, exdirector del FBI, en 2017, durante el caso “Rusia-gate”. Muy por debajo de los 20 millones que vieron el testimonio de Christine Ford, que acusó al juez Brett Kavanaugh, nominado entonces al Tribunal Supremo, de acoso sexual. Menos incluso que los 16 millones que escucharon a Michael Cohen, exabogado de Trump, airear los trapos sucios del presidente.
La opinión pública tampoco parece especialmente conmovida. Según la última encuesta de CBS News, la popularidad del presidente sigue siendo del 46%: exactamente igual que el pasado julio, antes de que estallase este escándalo. Antes, incluso, de que Trump hiciese la llamada su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski. Otras dos encuestas, de Gallup y de Politico/Morning Consult, reflejan que el número de votantes independientes a favor la destitución de Donald Trump ha descendido en el último mes, desde la mitad hasta un tercio de los encuestados.
Un escándalo muy ‘extranjero’
Los ímpetus del juicio político, pese a las potentes incriminaciones contra el presidente por parte de gente de su gobierno, se están desvaneciendo por diferentes razones. Una puede ser la naturaleza foránea del escándalo, más ajena y abstrusa que el Watergate o el caso Lewinsky, las referencias de este proceso.
“Ucrania puede ser demasiado extranjera, estar demasiado lejos, como para penetrar la conciencia del público y conmover a suficientes votantes indecisos”, escribe Casey Burgat, socio del R Streety Institute. Muchos estadounidenses reconocen no entender muy bien de qué va la cosa. Sólo uno de cada cinco, según la encuesta de CBS, considera que es “muy fácil” seguir el desarrollo del impeachment.
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Fuente: El Confidencial