Luego de 10 años de rectificaciones y un sinnúmero de apuestas, Port Miami (PM) no sólo se aventura a mantener el título de Capital de Cruceros del Mundo, sino que apuesta por convertirse en uno de los grandes de, al menos, la costa este de Estados Unidos.
“Se trata de una inversión que comenzó hace cinco años y tendrá un beneficio mayor a largo plazo. Aquí vendrán, poco a poco, los barcos con mayor calado, que no pueden ir a otros puertos de la costa este”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS el director, Juan Kuryla, que ha marchado al frente de la gestión administrativa de PM, durante los últimos tres años y medio.
De origen peruano y con cerca de 10 años de experiencia en Port Miami, Kuryla aseguró que, tras las obras de dragado de la zona, cuya inversión alcanzó los 1.300 millones de dólares, para facilitar el fondeo de embarcaciones mayores, “no hay otro puerto, desde Miami hasta Norfolk, en Virginia, que pueda ofrecer una profundidad de más de 50 pies. Y eso es un factor imprescindible que nos permite recibir una mayor cantidad de barcos de gran calado”, tras la apuesta del Canal de Panamá por ampliar sus habilidades de calado.
Además de la llegada de este tipo de barcos, como el MOL Majesty, el pasado 9 de julio, con capacidad de 6.724 TEU, la unidad de medida que refleja los pies cuadrados posibles de transportación; Kuryla anticipó un flujo de cargas mayores en los próximos dos años.
“Ya tuvimos barcos de mayor calado antes de la apertura del nuevo Canal de Panamá. Son barcos que provienen de puertos lejanos, como Suez, Rotterdam y Hamburgo”, aseguró el director del puerto.
Luego explicó que la llegada de navíos más grandes depende del fruto de las negociaciones con las empresas.
“Esperamos una mayor cantidad de barcos de calado superior, con 10 o 14.000 TEU. Esto es un proyecto que comenzó hace cinco años y cuyo fruto veremos a largo plazo, gracias al apoyo que hemos tenido de las autoridades de Miami-Dade”, subrayó.
Y agradeció las gestiones de los cuerpos ejecutivo y legislativo del Condado. “Sin el apoyo del alcalde Carlos Giménez y los comisionados, yo no puedo gastar un dólar aquí. Y, repito, gracias a ellos, además de las autoridades estatal y federal, así como el apoyo comercial de entidades privadas, como las líneas que transportan pasajeros y mercancías, incluyendo a Florida East Coast Railway, hemos podido invertir más en el desarrollo del puerto”.
Más pasajeros
Sobre la nueva terminal de pasajeros por construir, que será edificada y financiada por Royal Caribbean para acoger sus barcos tipo Oasis, los más grandes del mundo, el funcionario aseguró que el proyecto va “viento en popa”, luego que la Comisión de Miami-Dade aprobó el arrendamiento del terreno a la naviera por 7,5 millones de dólares al año.
“Esperamos comenzar la construcción en septiembre, luego que obtengamos los permisos correspondientes y realineemos la zona. El gran reto es tener la nueva terminal lista en diciembre de 2018, cuando proyectamos la llegada del primer gran barco Oasis”, anticipó.
Según los cálculos de Royal Caribbean, la nueva terminal costará a la naviera unos 247 millones de dólares y aportará 1, 8 millones de pasajeros a la suma anual de visitantes que transitan por Port Miami.
“Yo diría que 1, 8 millones de pasajeros más es un número conservador”, aseveró Kuryla. “Preferimos proyectar una cifra más fácil de alcanzar, pero esperamos que, cuando menos, sumará esa cantidad de pasajeros a la que ya recibimos. Lo cual representará un incremento del 20%, respecto a la cifra de 4,9 millones que logramos el año pasado, para reafirmar nuestra posición de primer puerto de cruceros del mundo”.
De hecho, “el contrato está estructurado de una manera que facilite la llegada de la mayor cantidad posible de esos barcos, ya que así será superior el retorno financiero para Royal Caribbean y el puerto”.
Antecedentes
Port Miami se perfila hoy entre los puertos de mayor crecimiento en Estados Unidos, luego de alcanzar 1,007.800 TEU el año pasado.
Pero antes que esto sucediera, la insuficiente gestión de direcciones anteriores, como la de Carmen Lunetta, que renunció a la jefatura del puerto en 1999, ante la probabilidad de que una auditoría detectara irregularidades millonarias que podrían inculparlo, el puerto sufrió los estragos de una reputación adversa.
Esta situación, junto a una serie de factores económicos desfavorables y otros de orden administrativo, conllevó a la pérdida de mercancías en la primera década del nuevo siglo, cuando puertos cercanos, como Everglades, en Broward, lograron recabar una parte de la clientela que abandonaba Port Miami.
“Lo que se perdió, se perdió mucho antes que Giménez fuera alcalde. Y eso hay que ponerlo bien claro. Es cierto que los números cayeron alrededor del año 2006, poco menos de 8.000 TEU de carga. Pero ahora, poco a poco, bajo la administración de Giménez y la actual Comisión de Miami-Dade, hemos recuperado e incluso superado las cifras anteriores”, enfatizó el director Kuryla.
Mercancías
No obstante, el promedio de carga que llega a Port Miami continúa siendo bajo, si lo comparamos con los grandes puertos de la costa este de Estados Unidos, como New York, que supera los 5 millones de TEU, Savannah, los 3 millones, y Virginia, los 2 millones.
“Excluyendo Seaboard Marine, que provee servicio regional, con barcos más pequeños, que transportan de 600 a 1.800 TEU, y cuya frecuencia contabiliza cerca del 48% de la carga que se procesa en el puerto; el promedio de carga en Miami es entre 4.000 y 5.000 TEU, pero ya estamos recibiendo de 6.000 a 8.000 TEU”, aseguró Kuryla.
Luego realzó: “Si me hacen la pregunta dentro de dos años, yo diría que el promedio, excluyendo a Seaboard Marine otra vez, sería 8.000 TEU”.
Pero para alcanzar esa cifra, Kuryla reclama “hay que invertir más”.
“Para un director de puerto poder invertir, tiene que contar con la aprobación del poder condal ejecutivo y legislativo, que es conformado por el alcalde y la Comisión. Y, gracias a ellos, puedo decir que la gestión portuaria es apoyada porque ven el fruto que genera para todos”, sostuvo.
Otras perspectivas
Entendamos que hoy la tendencia de las líneas de barcos de mercancías es compartir costos de combustible, mantenimiento y empleomanía. De esta manera, muchas empresas navieras apuestan por la transportación común en buques portacontenedores que superan los 8.000 TEU e incluso superan los 19.000, como es el caso de MSC Oscar, que sirve principalmente grandes puertos europeos.
“En vez de tener tres barcos de 4.000 TEU, con sus respectivos gastos, tienen uno de 10 o 12.000 TEU, y eso es precisamente lo que estamos tratando de obtener aquí, en Miami, crear las condiciones para facilitar la llegada de una mayor cantidad de mercancías, al mismo tiempo que satisfacemos las nuevas necesidades de las navieras”, resaltó Kuryla.
Con 13grandes grúas de contendores, que superan los 50 metros de altura, y la probabilidad de un calado superior a los 50 pies, las cifras, según el alcalde Giménez, denotan una inyección a la economía de Miami-Dade de 27.000 millones, incluyendo el apoyo directo o indirecto, a 207.000 puestos de trabajo.
“Digamos que un barco trae mil contenedores”, explicó el director Kuryla. “Esa carga necesita una empleomanía, una cantidad de trabajadores, para ser manipulada, transportada, almacenada y distribuida. Además, el flujo de mercancías requiere el mantenimiento de todas las instalaciones, desde las grúas y los camiones hasta los almacenes de refrigeración. Todos eso suma dinero que se mueve en la economía local”, dijo.
A esto, Kuryla suma la llegada y salida de los cruceros. “Cada uno de ellos conlleva al suministro de alimentos y servicios para los más de 4 millones de pasajeros que recibimos cada año. Todo esto es proveído por empresas de Miami-Dade. El efecto dominó que trae cada uno de esos barcos, de mercancías o pasajeros, implica un impacto directo e indirecto que suma los 27.000 millones de dólares que aporta, de una manera u otra, a esta comunidad”, enfatizó.
Seguridad
Con cerca de cinco millones de pasajeros y una carga superior al millón de TEU, la seguridad continúa siendo una prioridad, sobre todo ahora que la amenaza de un acto terrorista es una realidad.
“La seguridad continúa siendo nuestro principal objetivo. Hay detalles que no debo comentar pero sí puedo asegurar que este puerto es muy seguro. Aquí los pasajeros y la carga son minuciosamente revisados, de una manera u otra, por las autoridades federales y condales”, asentó el director del puerto.
Con información de Diario Las Américas