En Estados Unidos persisten los seguimientos por parte de diferentes departamentos dedicados a la protección, educación y derecho de los menores. Como parte de sus exhativos trabajos, siguen en búsqueda de prevenir situaciones “incoherentes” que puedan afectar el bienestar infantil.
El Político
Hace un par de semanas se llevó acabo el retiro de ciertos libros, que se encontraban en los estantes de las escuelas, los cuales generaban polémica entre los representantes.

En forma del seguimiento correcto y absoluto de la “Ley de Derechos de los Padres en la Educación”, una junta escolar votó unánimemente a favor de la prohibición de libros, donde se hallaron extractos sexuales y gráficos.
Este martes, 12 de septiembre, ocurrió algo similar en el Comité Judicial del Senado, donde se llevó a cabo una audiencia titulada "Cómo la censura limita la libertad y la literatura".
Entre los asistentes de este reunión, se encontraban funcionarios de Illinois que recientemente aprobaron una ley que prohíbe a los padres eliminar libros pornográficos de las escuelas de sus hijos. Una leu que va en contra de la ya establecida y actualizada en el estado de Florida, por el gobernador DeSantis.
En este encuentro, varios de los senadores republicanos, usaron su tiempo para leer tales libros en un intento de convencer a los legisladores de que estos poseen contenido inapropiado para ciertos grupos de edad.
Sen. John Kennedy having a very normal one during this Senate hearing pic.twitter.com/TafATlG1l7
— Aaron Rupar (@atrupar) September 12, 2023
Fueron discutidos, como tema principal, dos libros los cuales habían generado perturbación entre los presentes. "Genderqueer" y "Todos los chicos no son azules", son los textos que se espera que se prohiban en las escuelas.
"Me puse un poco de lubricante y lo puse de rodillas, y empecé a deslizarme hacia él por detrás", dijo el senador Kennedy, citando el último texto. "Lo saqué y lo besé mientras se masturbaba. Me pidió que me diera la vuelta mientras se deslizaba un condón", agregó el senador mientras leía el extracto de “Todos los chicos no son azules”
Cuando terminó de leer, Kennedy preguntó a un representante demócrata que si seguía “sugiriendo que sólo los bibliotecarios deberían decidir si los dos libros a los que acabo de hacer referencia deberían estar disponibles para los niños”.
En este caso, los republicanos y demócratas compartieron la idea de que algunos libros son inapropiados para niños de cierta edad. Sin embargo, los demócratas sostuvieron, en esta sala, que utilizar los extractos más sexualmente explícitos de libros ya controvertidos era un "chivo expiatorio" para un problema mucho más amplio, el cual, con su nueva ley aprobada en Illinois, ellos mismos buscan atacar.
Por su parte, el demócrata señalado por el senador Kennedy, aclaró que su grupo no estaba abogando porque los niños leyeran dicho contenido, sino que querían evitar que los "padres al azar" tuvieran la capacidad y autorización, bajo el pretexto de mantener a los niños seguros, de "desafiar" la inclusión de dicho material en las bibliotecas y el plan de estudios.
Los liberales, bajo la excusa de que no se les puede prohibir a los niños el acceso a libros que reflejen su experiencias y los ayuden a comprender mejor quienes son, abogan por la no prohibición de ciertos textos en las escuelas donde se limiten a hijos de otros padres que sí estén de acuerdo con estas lecturas.