El Pentágono eliminó la prohibición de servir en las fuerzas armadas a personas transgenero; medida establecida durante el gobierno de Donald Trump. Las nuevas políticas contemplan también mayor acceso a atención médica y asistencia con la transición de género.
El Político
La información fue ofrecida a la agencia AP por funcionarios de defensa que prefirieron preservar su anonimato. Las regulaciones permitirán a personas transgenero alistarse y servir con su género identificado siempre que cumplan con los estándares establecidos.
Estos cambios se producen tras dos meses de revisiones de la nueva política a desarrollar por el Departamento de Defensa; anunciada por Joe Biden a su llegada a la Casa Blanca.
Biden anuló la política de Trump y prohibió expulsar a miembros de las fuerzas armadas por su identidad de género. En ese momento, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, dio al Pentágono dos meses para determinar las regulaciones a seguir por el servicios militares; asimismo, pidió revisar historiales de militares dados de baja o a quienes se les negó realistamiento por esta razón.
Las nuevas reglas prohíben también discriminación por identidad de género. El anuncio del miércoles coincide con el Día Internacional de Visibilidad Transgénero. Los resultados de la revisión de expedientes no han sido publicados
Expulsión de transgéneros
Hasta el año 2016 los miembros de las fuerzas armadas podían ser dados de baja por ser transgénero. Durante el gobierno de Barack Obana se produjo el cambio; ese año el Pentágono anunció que las personas transgénero podían servir abiertamente y en julio de 2017 ya podrían alistarse.
Esta política cambió con la llegada de Trump a la presidencia. Esta administración demoró la fecha de alistamiento y pidió analizar más el tema. Semanas después el exmandatario dijo que no permitiría a perosnas transgénero servir “en ninguna capacidad” en las fuerzas armadas.
En abril de 2019, luego de una extensa batalla legal el Departamento de Defensa aprobó una política que sin ser una prohibición total, prohibía a las tropas y reclutas transgénero la transición a otro sexo. Esta medida requirió que los individuos sirvieran en lo que la administración llamó su "género de nacimiento".
Por esta razón, las tropas transgénero activas y cualquiera que hubiera firmado un contrato de alistamiento antes de la entrada en vigencia podían continuar con los planes de tratamiento hormonal y transición de género si les habían diagnosticado disforia de género, recuerda el portal Político. Luego de esa fecha, ningún militar con disforia de género que estuviera tomando hormonas o hubiera hecho la transición a otro género podía alistarse.
Las tropas en servicio y con diagnóstico de disforia de género debían servir en el género asignado al nacer y se les prohibía tomar hormonas o someterse a una cirugía de transición.
Nuevas políticas
Las políticas publicadas este miércoles se asemejan a las implementadas en 2016. Se estima que desde 2019 unos 14.700 soldados activos y en las reservas se identifiquen como transgénero, pero no todos buscan tratamiento. Esto de los más de 1,3 millones de soldados en servicio activo y cerca de 800.000 en la Guardia Nacional y las Reservas, descata Político.
Asimismo, desde julio de 2016 más de 1.500 miembros del servicio fueron diagnosticados con disforia de género. Hasta el 1 de febrero de 2019 había 1.071 en servicio. De acuerdo con datos del Pentágono reseñados por Político, el departamento gastó alrededor de 8 millones de dólares en la atención transgénero de 2016 a 2019. El presupuesto anual de atención médica del ejército supera los 50.000 millones de dólares.
En 2018 los cuatro jefes de servicio dijeron al Congreso que no habían visto problemas de disciplina, moral o preparación de la unidad con las tropas transgénero que sirven abiertamente en el ejército. Sin embargo, reconocieron que algunos comandantes pasaban mucho tiempo con personas transgénero que trabajaban en requisitos médicos y otras cuestiones de transición.