En medio de las multitudinarias manifestaciones en Chile en contra de las políticas neoliberales del Gobierno de Sebastián Piñera, algunos dedos han apuntado a Venezuela como el causante de los hechos de violencia, a pesar de ser un país situado a unos 6.000 kilómetros de distancia de esos acontecimientos.
El Político
Tan solo una semana atrás, el mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno, cuyo país también se encontraba sumido en una ola de marchas en rechazo a la aprobación de un ‘paquetazo’ de medidas para cumplir con el acuerdo suscrito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de 4.000 millones de dólares, hablaba de supuestos «agentes venezolanos y cubanos» que habrían llegado al país andino «con fines desestabilizadores».
Sin embargo, el comisionado presidencial para Relaciones Exteriores, Julio Borges, explicó cómo se ha diseñado el plan de desestabilización contra las democracias de la región latinoamericana.
En su cuenta en Twitter, Borges publicó una especie de organigrama cuya figura principal es el régimen cubano.
Desde ahí salen las directrices a Nicolás Maduro y, a partir del dictador venezolano se desprende la desestabilización (Rafael Correa), los partidos populistas, grupos narcoterroristas, grupos violentos, la izquierda radical y otras dictaduras.
Borges, ha vinculado en sucesivas oportunidades al foro con varios temas: la retoma de las armas por parte de un grupo de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); la corrupción; la desestabilización de la región; las protestas en Chile y, más recientemente, el supuesto amparo de Miraflores a «grupos terroristas».
El plan
Unas declaraciones del dictador venezolano, hechas el pasado domingo en la clausura del I Congreso Internacional de las Comunas, han servido para sustentar la hipótesis del ‘desequilibrio’ planificado en los debates del Foro de Sao Paulo para América Latina.
«El plan va como lo hicimos, va perfecto, ustedes me entienden, el plan va en pleno desarrollo, victorioso, todas las metas las estamos cumpliendo una por una, es la unión de los movimientos sociales, progresistas revolucionarios de toda América Latina y del mundo», dijo Maduro.
El mandatario dijo explícitamente que «la estrategia trazada en el encuentro» fue «la articulación de los partidos políticos progresistas, revolucionarios, de izquierda, con los movimientos sociales».
Tras el encuentro donde participaron movimientos sociales, sindicales, colectivos y partidos políticos, se realizaron conclusiones, publicadas en la página del foro, sobre la situación en los países de la región y otras partes del mundo. Estas han sido interpretadas por la derecha como «instrucciones» para llevar algún plan en contra de los gobiernos que adversan a Maduro.
Fuente: Caraota Digital