El Partido Comunista Chino (PCCh) ha provocado una nueva Guerra Fría entre China y Estados Unidos.
El Político
Llevando a cabo tres operaciones para demostrar que es una amenaza nuclear.
La primera fue cuando el PCCh envió submarinos nucleares a las aguas de la isla Midway, a fines de enero, para realizar ejercicios militares que simulaban ataques a Pearl Harbor y probaban la integridad de la Tercera Cadena de Islas.
La cadena se considera el límite estratégico final entre Estados Unidos y China, y se extiende desde la costa de Alaska hasta Hawái y luego a Nueva Zelanda.
La segunda fue cuando un portavoz de propaganda del PCCh anunció en marzo que un submarino nuclear, con capacidad para lanzar un ataque estratégico contra Estados Unidos, identificó una posición de lanzamiento segura en el Mar de China Meridional, colocando a Estados Unidos en el trayecto de las amenazas nucleares chinas.
La tercera operación ocurrió a fines de junio, cuando el PCCh afirmó que su sistema de navegación por satélite BeiDou, un rival del GPS, estaba completo. El sistema proporcionaría ojos para los misiles nucleares del PCCh y les permitiría realizar ataques de precisión en todo Estados Unidos.
Según The Epoch Times la combinación de estas tres amenazas es equivalente a la Crisis de los Misiles en Cuba durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Hoy, 29 años después del fin de la guerra fría, Estados Unidos ahora enfrenta la amenaza de otra potencia nuclear roja.
Estados Unidos, obligado a defenderse, ha entrado en una confrontación general con el PCCh al estilo de la Guerra Fría.
EE.UU. comenzó su respuesta pública en julio y pronunció cuatro importantes discursos consecutivos, exponiendo en detalle su nueva política exterior hacia el PCCh.
Ahora ha quedado atrás la página de las últimas cuatro décadas de relaciones entre Estados Unidos y China. De ahora en adelante, Estados Unidos percibirá al PCCh como un adversario y tomará contramedidas integrales para mantener la seguridad nacional, mientras debilita a Beijing.
Este enfrentamiento se ha manifestado en cuatro áreas, en orden de importancia: militar, inteligencia, económica y política. La Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética fue solo una confrontación en el frente militar, y no hubo globalización económica en ese momento.
La actual Guerra Fría entre Estados Unidos y China está teniendo lugar durante un período de globalización, y Estados Unidos ha experimentado una infiltración total del PCCh, lo que le representa un desafío extremadamente difícil de confrontar.
A fines de septiembre, hubo un breve enfrentamiento con los submarinos nucleares chinos cuando Estados Unidos estaba realizando ejercicios militares en el Canal Bashi, al sur de Taiwán.
El 2 de octubre, antes de que el presidente Donald Trump fuera admitido en el hospital con COVID-19, se vio a dos aviones Boeing E-6B Mercury de Estados Unidos (aviones del día del juicio final) con capacidad nuclear sobrevolando el espacio aéreo de EE.UU., enviando una clara advertencia a los adversarios para que no actuaran precipitadamente.
La estrategia global del PCCh ha penetrado profundamente en las naciones democráticas.
Con respecto al comportamiento del PCCh, advertí al gobierno australiano ya en 2003, pero no recibí respuesta.
Habiendo bajado la guardia contra el PCCh, la política predominante de neo-apaciguamiento, que ha durado más de tres décadas, ha ayudado a impulsar la amenaza del PCCh a alturas globales.
Si la política continúa ofreciendo mano libre al PCCh para que se desarrolle y prospere, entonces no es difícil imaginar cuán patético y peligroso será el futuro.
La globalización económica ha provocado graves reveses a la economía de Estados Unidos y también le ha dado al PCCh una fuerte capacidad de penetración contra Estados Unidos.