El presidente brasileño, Michel Temer, designó al magistrado Admar Gonzaga como nuevo miembro titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), que lo juzgará a partir de la semana próxima por supuestas irregularidades en la campaña de 2014.
Gonzaga, el suplente más antiguo del tribunal electoral, ha sido propuesto por la Corte Suprema y su nombre fue aceptado por Temer, que a partir de la semana próxima será juzgado junto a la destituida Dilma Rousseff por supuestos abusos en las últimas elecciones.
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El TSE analizará la presunta financiación ilegal de la campaña de la fórmula Rousseff-Temer, reelegida en 2014, y que se sospecha que fue financiada en parte con dinero proveniente de la vasta red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.
El juicio sentará en el banquillo a Rousseff y a quien fue su vicepresidente entre 2011 y agosto del año pasado, cuando heredó el poder tras la destitución de la mandataria por irregularidades en el manejo de los presupuestos.
El proceso puede prolongarse durante meses pero en caso de que acabe con una sentencia condenatoria la victoria en las urnas de Rousseff y Temer sería anulada.
Sin embargo, el presidente seguiría en el cargo hasta tanto se llegue a un dictamen definitivo, lo cual dependería de numerosas apelaciones que podría presentar y que llegarían incluso a la Corte Suprema, en trámites que durarían meses o hasta más de un año.
De esa manera, aún con un fallo contrario, Temer podría llegar a concluir su mandato el 1 de enero de 2019 y entregar el cargo al ganador de las elecciones previstas para octubre del año próximo.
El TSE cuenta con siete miembros y tres de ellos concluirán sus mandatos este mismo año.
El primero será Henrique Neves, cuyo período termina a mediados de abril y será sustituido por Gonzaga, quien ocupa en esa corte un puesto de magistrado suplente desde 2015.
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Por imperativos legales, los magistrados del TSE son elegidos por la Corte Suprema, tras consultas con ese mismo tribunal, y sus propuestas tradicionalmente son apenas refrendadas por el presidente de la República.
Aunque en la justicia electoral brasileña menudean los procesos por irregularidades en campañas de gobernadores o alcaldes, que muchas veces llevan a una destitución, el juicio que comenzará la semana próxima será el primero que siente en el banquillo a los ganadores de una elección presidencial.
EFE