Donald Trump, intensifica la presión a los republicanos en los estados clave para revertir los resultados que le son desfavorables.
El Político
A medida que se acerca la fecha tope para la certificación de los resultados electorales por parte de los estados, Trump aumenta la presión sobre sus aliados. Este jueves, invitó a los líderes republicanos del Congreso estatal de Michigan a una reunión en la Casa Blanca. El parlamento de Michigan es controlado por el partido republicano.
De acuerdo a un cable de la agencia EFE el actual mandatario pediría su cooperación para revertir el resultado en ese estado. Biden superó a Trump en ese estado por un amplio margen de unos 157.000 votos.
La información se conoció horas después de que se revelara que el propio Trump telefoneó a una integrante republicana de la junta electoral del condado de Wayne (donde está Detroit) el martes .
La llamada la hizo justo después de que votara a favor de certificar a Biden como ganador en ese distrito. Al día siguiente, ella y el otro miembro republicano de la misma junta intentaron sin éxito retirar su certificación de los resultados, aparentemente como resultado de la presión de Trump.
Más presión
Estas acciones se conocieron luego de que los encargados de gestionar el proceso electoral en Arizona y Georgia -la demócrata Katie Hobbs y el republicano Brad Raffensperger– pidieran que se deje de sembrar desconfianza en los resultados. Denunciaron además que han recibido amenazas contra su familia.
Raffensperger aseguró este miércoles que el senador republicano Lindsey Graham, aliado cercano a Trump, le había presionado para buscar formas de descalificar votos en Georgia. Las autoridades de ese estado ultiman un recuento manual debido al estrecho margen a favor de Biden en ese estado.
Para la agencia EFE la invitación a la Casa Blanca de los legisladores estatales republicanos de Michigan es un posible indicio de que Trump pueda estar buscando alternativas a la estrategia de presentar demandas en varios estados clave. Hasta ahora no ha logrado resultados con sus querellas.
Cambio de estrategia
Sostiene el cable de la agencia de noticias española, que algunos aliados del mandatario le instan a persuadir a los Congresos estatales que están controlados por republicanos , como Michigan y Pensilvania, para que ignoren lo votado e intervengan para conceder a Trump los delegados de su territorio en el Colegio Electoral.
"El sistema del Colegio Electoral implica que quien gane la mayoría de papeletas en un estado, aunque sea por un voto, se lleva la totalidad de delegados adjudicados a ese territorio en función de su población. Bajo ese esquema, Biden ya ha superado con creces los 270 electores que necesitaba para ganar a Trump", apunta EFE.
Sin embargo, todavía falta certificar ese hecho, algo para lo que cada estado tiene sus propias fechas límites, que van desde este mismo viernes en Georgia al 1 de diciembre en Wisconsin y Nevada.
Contra el reloj
Ese calendario juega en contra de Trump, que solo tiene hasta el 8 de diciembre para desarrollar su estrategia legal. Ese día todos los estados deberían haber resuelto cualquier disputa y el gobernador de cada territorio debe enviar los resultados certificados al Congreso.
Los gobernadores deben incluir también los nombres de los delegados del Colegio Electoral de su estado. Quienes se reunirán el 14 de diciembre en sus respectivos territorios y emitirán sus votos. Un acto que es, de acuerdo con la Constitución, el vinculante para determinar quién será el próximo presidente.
Muchos expertos en el sistema electoral de EE.UU. ven improbable que funcionen las posibles presiones de Trump a Congresos estatales republicanos para que envíen a sus propios delegados a votar por él. Porque los estados ya han decidido cómo llevarán a cabo el proceso y hay demasiadas barreras para cambiarlo.
"Desde el punto de vista legal, hay obstáculos prácticamente imposibles de superar para interferir en el proceso de designación de los delegados", dijo un analista del Centro Legal sobre Campañas, Adav Noti, a la revista Politico.
Quizá por eso, el abogado de Trump, Rudy Giuliani, insistió vehementemente este jueves en que la campaña no ha abandonado su estrategia legal. Prometió posibles nuevas demandas en los estados de Arizona, Nuevo México y Virginia. Estos dos últimos firmemente demócratas. Aunque los analistas consideran que tiene pocas probabilidades de prosperar
Mensaje dañino
Mientras, en una rueda de prensa en Wilmington (Delaware), Joe Biden opinó que Trump "sabe que no ha ganado", y calificó de "indignantes" e "irresponsables" sus maniobras. "Esto está enviando al resto del mundo un mensaje increíblemente dañino sobre cómo funciona la democracia", lamentó.
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