El Departamento de Justicia informó al congresista Jerry Nadler, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que el presidente Donald Trump “invocó el privilegio ejecutivo sobre la totalidad de los documentos citados” en el informe del fiscal especial Robert Mueller.
Por Redacción El Político
La decisión de la administración fue anunciada justo cuando la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes iba a considerar la posibilidad de declarar en desacato ante el Congreso al fiscal general William Barr por no haber publicado el informe.
Trump veta con esta maniobra el acceso al documento sin censura que elaboró el fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
La Casa Blanca dice haberse visto forzada a invocar el “privilegio ejecutivo” que le permite retener información, ya que considera las demandas demócratas “ilegales e imprudentes”.
“Los estadounidenses ven claramente que las maniobras desesperadas de Nadler apuntan a oscurecer "los éxitos históricos del presidente", dijo la portavoz Sarah Sanders.
La bancada demócrata en la Cámara Baja considera que la información que solicita está “dentro de los derechos legales y es lo que el Congreso ha venido haciendo desde hace cerca de un siglo”, alegó el presidente del Comité de Justicia, Jerry Nadler, quien ha insistido en el derecho del Congreso a supervisar en términos de igualdad a la Casa Blanca, ya que, "de lo contrario, EEUU sería una monarquía".
El Departamento de Justicia divulgó en abril las 448 páginas del informe elaborado por Mueller, pero lo hizo con cientos de correcciones y siete páginas completamente censuradas con tachones. Ante las quejas de los demócratas por este informe taimado, el Partido Republicano únicamente concedió que un reducido grupo de personas tuvieran la opción de examinar una versión menos censurada.
El privilegio ejecutivo es un principio legal que permite al presidente negarse a entregar información solicitada por citaciones del Congreso o por la Ley de Libertad de Información (conocida por sus siglas en inglés como FOIA).
Tanto el presidente George W. Bush como Bill Clinton y Barack Obama invocaron en su momento el privilegio ejecutivo como respuesta a investigaciones del Capitolio.
Fuente: Reuters