Hasta hace unos días el caso de los emails y la gestión de la información clasificada era uno de los principales caballos de batalla de la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton. Después de su vahído durante los actos conmemorativos del 11-S -momento que fue captado por un video aficionado y compartido en las redes sociales-, su salud se ha convertido en una potencial debilidad y objeto real de debate.
Hace un mes, su rival Donald Trump retaba a la ex secretaria de Estado de 68 años a hacer público su informe médico para demostrar que tenía buena salud para ser presidenta de Estado Unidos. Entonces parecía un ataque más del empresario, de 70 años, dentro del cruce de acusaciones en la campaña electoral.A menos de dos meses para que se celebren las elecciones presidenciales y con las encuestas ajustadas (la web ‘Real Clear Politics’ apunta tres puntos de ventaja de media entre los sondeos para Clinton), el equipo de campaña de la ex secretaria de Estado informó de que el pasado viernes su doctora le diagnosticó neumonía.
Sin embargo, la candidata no quiso modificar su programa ni por recomendación médica; solo tomó los antibióticos que le había prescrito su médico Lisa Bardack. La información sobre su estado de salud se dio a conocer a última hora de la tarde, varias horas después de que la candidata abandonase la Zona Cero de Nueva York de manera imprevista y visiblemente afectada. Clinton necesitó ayuda para subirse en la furgoneta que la llevó a casa de su hija. Según la doctora, que la examinó más tarde, la candidata sufrió una especie de golpe de calor y se "sobreacaloró y deshidrató".
LEA TAMBIÉN: ¿Qué sucedería si la candidata demócrata decide retirarse por su salud?
Bardack certificó en un comunicado que la candidata estaba rehidratada y que se recuperaba bien. De hecho, Clinton salió caminando por su propio pie de casa de su Chelsea Clinton y confirmó a los reporteros que se encontraba "muy bien"; nada que ver con las imágenes de la ex secretaria cuando dejó el memorial del 11-S. Ayer, Clinton descansó en su casa de Chapaqqua (Nueva York) tras suspender los actos de campaña que tenía previstos en California para. Según el portavoz de campaña Brian Fallon, los asesores tuvieron que convencerla para que cancelase los actos.Primer cara a cara, el 26 de septiembre Tras el paréntesis en la campaña que hicieron ambos candidatos el 11-S, el republicano, Donald Trump, volvió a escena.
En sus primeras entrevistas deseó a su rival una pronta recuperación. "Espero que se ponga bien, que vuelva a la caravana y que nos veamos en el debate", dijo en la cadena Fox News. El primer cara a cara entre ambos candidatos está previsto para el próximo 26 de septiembre en Hempstead (Nueva York). La diplomacia empleada por el magnate contrastaba con las especulaciones que había lanzado semanas atrás sobre Clinton y sus supuestos problemas de salud, aludiendo a que le falta "fortaleza" para ocupar el Despacho Oval.
Además Trump dejó entrever ciertas dudas durante sus intervenciones, recordando que Clinton "tosía mucho desde hacía una semana". También apuntó en la cadena Fox que es "interesante ver que está pasando". A lo largo de esta semana esté previsto que el equipo de campaña de Clinton de a conocer un nuevo informe médico sobre la salud de la candidata demócrata, según explicó Fallon. Hace unos meses, hicieron público un primer documento.
Visto lo ocurrido con la ex secretaria de Estado, Trump también tiene pensado clarificar un poco más su estado de salud. El empresario anunció en otra entrevista en la cadena CNBC que dará a conocer nueva información después de un examen físico que tuvo la pasada semana . "Distribuiré un documento con algunos números; con suerte, muy buenas estadísticas".
En diciembre de 2015 su doctor desde hace 30 años, Jacob Bornstein, hizo público un informe en el que aseguraba que Trump destacaba por su excelente estado físico. Sostenía que iba a ser el presidente "más saludable de la historia".
Con información de El Mundo