La Casa Blanca, la “casa del pueblo” como se precian de llamarla los estadounidenses, se convirtió anoche en el lugar donde Donald Trump aceptó la nominación presidencial republicana.
El Político
Trump intervino ante una muchedumbre de entre 1.000 y 1.500 invitados, sentados hombro con hombro, sin respetar las normas de distancia social.
El presidente ya había sido acusado de cruzar todas las líneas rojas el martes, cuando el programa de la convención republicana incluyó dos actos oficiales celebrados en la Casa Blanca (un indulto y una ceremonia de naturalización de nuevos ciudadanos), un discurso de la primera dama Melania Trump desde sus jardines y un discurso del secretario de Estado, Mike Pompeo, desde Jerusalén, donde estaba de viaje oficial.
Trump esencialmente pidió a los espectadores que creyeran lo que él estaba ofreciendo en lugar de la propia realidad en la que viven.
Trump sacó pecho de sus políticas económicas, como demuestra, ha dicho, que con él al frente de la Casa Blanca la "economía está mejor que nunca".
President Trump: Together, we will write the next chapter of the Great American Story#RNC2020 pic.twitter.com/LZdD3Jhjpu
— Team Trump (Text VOTE to 88022) (@TeamTrump) August 28, 2020
"Desde las elecciones, hemos creado 2,4 millones de nuevos empleos. Las solicitudes de desempleo han alcanzado su nivel mínimo en 45 años. El desempleo de los afroestadounidenses se encuentra en la tasa más baja jamás registrada y el desempleo de los hispanoamericanos también ha alcanzado los niveles más bajos de la historia", ha recalcado.
Trump también recordó que, tal y como prometió hace 11 meses, el Gobierno ha llevado a cabo "la mayor reforma de impuestos y el mayor recorte tributario en la historia de Estados Unidos", los cuales, dijo, "brindan un tremendo alivio a la clase media y las pequeñas empresas".
"Las empresas no se marchan, ahora todos tienen una segunda oportunidad", ha destacado el presidente estadounidense, quien durante los últimos tres años, aseguró, "ha destrozado el declive de la mentalidad derrotista" de Estados Unidos.
Nuevos retos
Los tres retos que se plantea Trump en un hipotético nuevo periodo sería: estimular el empleo nacional, mantener la reforma fiscal y aumentar el gasto en infraestructura.
El candidato republicano a la Presidencia pretende potenciar la industria y los productos “hechos en EEUU” y continuar con una política proteccionista, lejos de los grandes acuerdos comerciales y la diplomacia que ha dominado la esfera estadounidense.
La economía de EEUU creó unos 6,6 millones de empleos durante los primeros tres años de la Presidencia de Trump, un dato en línea con la situación económica del país hasta la llegada de la pandemia del coronavirus, que ha destruido gran parte de esos puestos de trabajo.
"El presidente está ayudando a los trabajadores estadounidenses mediante la expansión de los programas de aprendizaje, la reforma de los programas de capacitación laboral y uniendo a empresas y educadores para garantizar una instrucción en el aula de alta calidad y capacitación en el trabajo", dice la Casa Blanca respecto al manejo de los empleos por parte de Trump.
La idea del gobernante para recuperar ese terreno perdido pasa por estimular la creación de empleo mediante una gran inversión pública en infraestructura, una medida valorada en unos dos billones de dólares y con apoyo bipartidista en el Congreso.
Para proteger el empleo nacional, Trump ha tomado también varias medidas migratorias que han afectado a trabajadores extranjeros, como revocar el derecho a trabajar a los cónyuges de los titulares de visados H-1B, o congelar la emisión de nuevas tarjetas de residencia (conocidas como “green card”) durante mayo y junio de 2020.
Estas medidas abren la puerta a posibles futuras acciones que potencien el trabajo entre los estadounidenses, en detrimento de los foráneos que residen en el país.
En la propuesta de presupuesto de febrero de este año, el Gobierno de Trump avanzó que se extenderá la reforma fiscal sobre rentas individuales incluida en la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos, que expirará en 2025.
Esta legislación implica, entre otros aspectos, la rebaja del impuesto que pagan las empresas del 35 por ciento al 21 por ciento, y en menor medida para los trabajadores.
El recorte de impuestos supone agregar en los próximos diez años unos 1,5 billones de dólares a la deuda pública, que actualmente ya supera los 20 billones de dólares, según datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), algo que el mandatario consideró en su momento que se equilibrará con el impulso generado en la economía.
Sus previsiones de crecimiento se han visto muy afectadas por el coronavirus y las últimas estimaciones de la Reserva Federal (Fed) dibujan un oscuro panorama, con una contracción económica del 6,5% para este año y una tasa de desempleo que rozará el 10%.
Contra Biden
Trump dijo que Biden es “débil” y que su Presidencia amenazaría la economía, la seguridad, su “modus vivendi” y hasta lo más sagrado: el sueño americano.
Trump: “La agenda de Joe Biden está hecha en China. ¡Mi agenda está HECHA EN EE. UU.!”. Doy fe de que es así. pic.twitter.com/Xm9qsK3Br3
— James Nava (@JamesNavaCom) August 28, 2020
“Estas son las elecciones más importantes de la historia de este país (…). Estas elecciones decidirán si salvamos el sueño americano o si permitimos que una agenda socialista demuela nuestro querido destino”, dijo el presidente, quien aseguró que Biden llevará a la Casa Blanca un “movimiento represor”.
“Para salvar tantas vidas como sea posible, nos centramos en la ciencia, los hechos y los datos”, afirmó el mandatario, al asegurar que el plan de los demócratas conduciría a “sobredosis, depresión, alcoholismo, suicidios, infartos y devastación económica”.
Trump: “Joe Biden es un caballo de Troya del socialismo”. Cierto y de otros oscuros intereses también. Muy oscuros. pic.twitter.com/7lV22rz0Iq
— James Nava (@JamesNavaCom) August 28, 2020
“El plan de Biden no es una solución al virus, sino una rendición”, afirmó el presidente, al que introdujo en su discurso, tal y como hizo hace cuatro años, su hija Ivanka Trump.
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