Los suburbios estadounidenses jugarán un papel fundamental en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Allí puede estar la clave del triunfo y la campaña de ambos candidatos se han dirigido las últimas semanas hacia este enfoque.
El Político
Si bien Biden ha liderado las encuestas en este punto, la realidad es que Donald Trump se está jugando una de sus últimas cartas para intentar darle un vuelco a la situación.
Estrategia fallida
En principio, Trump, candidato a la reelección por el partido Republicano, dirigió su campaña hacia los disturbios y la violencia aprovechando imágenes de saqueo y la violencia de Minneapolis y Portland.
Quería sacarle provecho a las protestas en contra de la violencia policial y el racismo, culpó a los demócratas de dichos desastres y dijo que bajo el liderazgo del Biden, Estados Unidos entraría en "la ruina".
Estas intervenciones del actual mandatario estadounidenses han resultado ineficaces según los resultados de las encuestas por lo que desde el equipo de su campaña le dieron un vuelco de 360 grados y ahora la manera de llegarle a los suburbios estadounidenses pasa por un plan de enfocarse en el coronavirus y hacia la seguridad pública.
En ese sentido, destaca una nota de Político, que poco a poco la brecha se ha reducido en algunos de estos sectores de los Estados Unidos.
"En el condado de Pinal, Arizona, donde las banderas de la ‘delgada línea azul’ han proliferado fuera de Phoenix y Tucson, Holly Lyon, presidenta del Partido Demócrata local, dijo: ‘Hay ese pequeño sentimiento de inquietud en la gente porque podemos decir que el mensaje de Trump se está imponiendo y está funcionando", dice la nota.
“Cómo se desarrolla esto en las elecciones, ahí es donde la gente está en todo el mapa”, dijo Joseph Foster, presidente del Partido Demócrata en el condado de Montgomery, Pensilvania, en los suburbios de Filadelfia. "Nadie parece saber lo que eso implica, o cómo va a reaccionar la gente".
Hay que recordar que Trump derrotó en los suburbios a Hillary Clinton por 4 puntos porcentuales en 2016; sin embargo, antes de este último intento, ha sido un punto de extrema debilidad para el actual mandatario.
Fuente: Politico
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