El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha aceptado recibir a miembros del Tren de Aragua y otros criminales deportados desde Estados Unidos como parte de un acuerdo migratorio "sin precedentes" anunciado el 3 de febrero de 2025.
Este pacto, discutido con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, implica que El Salvador aceptará a migrantes indocumentados de cualquier nacionalidad que hayan cometido delitos graves en EE.UU., incluyendo pandilleros del MS-13 y del Tren de Aragua.
«Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta», declaró a la prensa el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio
Bukele se comprometió a alojar a estos deportados en la megacárcel del país, conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), y también ofreció albergar a criminales peligrosos estadounidenses que actualmente cumplen condena en EE.UU.
Según Rubio, este acuerdo es un gesto extraordinario y sin precedentes en la cooperación entre ambos países, destacando que "ningún otro país ha hecho una oferta de esta magnitud" para recibir criminales.
El acuerdo también incluye la repatriación de salvadoreños en situación irregular en EE.UU., y se espera que se formalicen más detalles sobre los procedimientos para el traslado de los reclusos en los próximos días.
Por su lado, Bukele detalló en redes sociales que el pacto consiste en aceptar el ingreso «únicamente de criminales convictos», incluso con nacionalidad estadounidense, en la famosa cárcel de máxima seguridad de su país, llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde cumplen condena miembros de las pandillas.
Según el presidente salvadoreño, se trata de una especie de «subcontratación» de la prisión, ya que se le cobraría una tarifa a Estados Unidos que facilitaría que el «sistema penitenciario sea sostenible».